Se pospuso para hoy el juicio por la masacre de Curuguaty, una localidad paraguaya donde el 15 de junio de 2012 el desalojo de una ocupación de tierras terminó en un tiroteo en el que murieron 11 trabajadores rurales y seis policías. Los 12 campesinos sometidos a juicio -no fue procesado ningún policía- están acusados de invasión de inmueble ajeno y asociación criminal, y nueve de ellos también enfrentan cargos de homicidio. Ayer, en la primera audiencia anunciaron que renunciaban a su defensa porque no confiaban en la labor de sus abogados, Guillermo Ferreiro y Vicente Morales. Los dos defensores -que dijeron a la prensa que no se esperaban esa decisión- habían sido sumariados por un supuesto uso de maniobras dilatorias en el proceso.

Poco más tarde se postergó hasta noviembre el juicio a otra ocupante acusada, que era menor de 18 años al momento de la masacre y que es defendida por la Coordinadora por los Derechos Humanos de Paraguay. La decisión posiblemente fue tomada para que su proceso se desarrolle en forma paralela al de los adultos, informó el periódico digital E’a. La defensa de la joven denuncia varias irregularidades y considera que la causa debe ser anulada.