Decenas de palestinos intentaron impedir que visitantes judíos ingresaran a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén ayer, durante el ayuno de Tishá B’Av, una fecha en la que el judaísmo recuerda la destrucción de dos templos bíblicos de esa ciudad. En la madrugada hubo fuertes enfrentamientos en ese lugar que es sagrado tanto para musulmanes como para judíos, y la Policía israelí entró a la zona.

Jóvenes árabes se refugiaron desde el sábado de noche en la mezquita de Al Aqsa con piedras, maderas y cócteles molotov, según dijo el vocero de la Policía, Miki Rosenfeld, citado por la agencia de noticias Efe. De mañana ocuparon la plaza central y cuando los policías llegaron les lanzaron piedras, bloques de cemento, bengalas y cócteles molotov, agregó. Se informó que fueron heridos policías israelíes y guardias palestinos de la zona.

La Policía tuvo que cerrar por unas horas el acceso, antes de volver a autorizar el ingreso de visitantes judíos, que si bien pueden ingresar tienen prohibido rezar en el lugar. Grupos de extrema derecha judíos lo visitan para reivindicar su presencia y soberanía, y desatan así enfrentamientos con los palestinos del lugar. Esto suele ocurrir en el día de Tishá B’Av en particular.

El gobierno jordano, que está a cargo de custodiar la explanada, denunció ayer “la irrupción de las fuerzas israelíes, de colonos y del ministro de Agricultura, Uri Ariel, y el ataque contra los guardias de los santuarios”. Ariel es del partido ultranacionalista Hogar Judío y visitó el lugar en acuerdo con el gobierno israelí.