El juicio contra el ex dictador chadiano Hissène Habré, acusado de 40.000 asesinatos políticos, se abrió ayer en la capital de Senegal, Dakar. Es la primera vez que un ex dictador de África es juzgado por un tribunal de otro país del continente aplicando el principio de justicia universal, en este caso a pedido de sus víctimas. Sin embargo, el ex gobernante calificó de “ilegítimo” el tribunal y se resistió, después de que evacuaron a sus seguidores, que protestaban.

Vestido con un traje tradicional blanco y con un turbante en la cabeza, ayer de mañana Habré se negó a entrar a la sala del Palacio de Justicia de Dakar, donde sesionó por primera vez el tribunal creado por la Unión Africana y Naciones Unidas para poder juzgarlo por los crímenes cometidos mientras ejerció el poder, de 1982 a 1990, cuando fue derrocado por el actual presidente de Chad, Idriss Déby.

Luego de que entrara a la fuerza, y en ausencia de sus abogados, Habré gritó con el puño en alto “abajo el imperialismo”, y los jueces ordenaron que fuera enviado a un cuarto de aislamiento. De tarde, cuando volvieron a intentar que compareciera, se volvió a resistir y dijo: “Los que trabajan en este tribunal no son jueces sino unos funcionarios nombrados por políticos”. Ya sin él presente, el presidente del tribunal, Gberdao Adolphe Kam, suspendió la audiencia hasta hoy, cuando se lo volverá a llevar a la fuerza ante los jueces.