Con una votación de 439 diputados a favor y 119 en contra, el Parlamento de Alemania aprobó el acuerdo firmado hace una semana, que abre la puerta a negociaciones para un tercer rescate de Grecia. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que esas negociaciones serán “duras”.

En los últimos días quedaron expuestas algunas diferencias entre Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que era partidario de una salida temporal de Grecia de la zona euro, mientras que la gobernante prefería evitarlo. Schäuble dijo el jueves que tiene dudas acerca del éxito que pueda tener un tercer rescate a Grecia, y que ésta es “la última oportunidad” para ese país. Entrevistado por el semanario Der Spiegel, el ministro no descartó renunciar si las diferencias que mantiene con Merkel se agravaran en las negociaciones sobre las modalidades del rescate. Sin embargo, dijo que Merkel y él pueden “contar el uno con el otro”, y afirmó: “Luchamos juntos para buscar soluciones. Cada uno tiene su papel que jugar. Angela Merkel es canciller, yo soy ministro de Finanzas”.

Ayer, en una entrevista con el canal ARD, la televisión pública alemana, Merkel fue consultada sobre los dichos de su ministro de Finanzas, y dijo que “nadie le ha pedido el cese”. También se le preguntó acerca de la mala imagen de Alemania que dejó el acuerdo con Grecia, por la dureza de los términos y de las condiciones impuestas por Berlín. La gobernante respondió que su objetivo no es “ganar concursos de popularidad” sino hacer lo que debe.

Sin embargo, se mostró un poco más flexible acerca de la deuda de Grecia. Si bien volvió a descartar que se le aplique una “quita en sentido clásico” a la deuda griega, y dijo que eso “no puede darse dentro de una unión monetaria”, no descartó una reestructura, algo que reclama el gobierno griego desde que asumió, en enero. Esto podría ocurrir cuando se cumpla con “la primera revisión” sobre la aplicación que hace Grecia de las condiciones impuestas en el marco del rescate.

Con la aprobación del acuerdo por parte del Parlamento alemán, el francés, el austríaco y el finlandés, ya dio su visto bueno la mayoría de los países en los que la validación legislativa del acuerdo con Grecia era vinculante para los gobiernos. Todavía faltan Estonia y Letonia, aunque un “no” de su parte no sería decisivo. En España, donde la consulta no es obligatoria, está previsto que se vote más adelante, cuando se conozca más sobre el rescate.

Lo ocurrido con Grecia tiene otras repercusiones. El gobierno francés impulsa que se establezcan un Parlamento, un gobierno, y un presupuesto de la zona euro. Ésta sería una forma de contrarrestar el peso que tiene Alemania en las decisiones de los 19 estados parte. Sin embargo, al exponer ese reclamo en una entrevista publicada por el semanario Le Journal du Dimanche, el presidente francés, François Hollande, dijo que apunta a que Alemania y otros países apoyen esa propuesta, que ya había hecho 25 años atrás el ex presidente francés de la Comisión Europea Jacques Delors. “La amenaza no es el exceso de Europa [de ámbitos regionales de decisión], es su insuficiencia”, dijo Hollande.

Hoy en Grecia reabrían los bancos cerrados desde el 29 de junio, ya que el BCE aceptó aumentar los fondos de emergencia para las empresas financieras. Sin embargo, todavía se aplican muchas restricciones, por miedo a una corrida bancaria. El acceso a efectivo en los cajeros automáticos seguirá limitándose a 60 euros por día, pero ahora se podrán retirar de una sola vez 420 euros por semana. Además, los griegos podrán volver a usar sus tarjetas en el exterior, y con la apertura de los bancos podrán pagar cuotas de préstamos y deudas con empresas públicas.

Hoy entra en funciones el nuevo gobierno griego, libre de opositores al acuerdo alcanzado el lunes, que generó un quiebre con el ala más dura de Syriza y le valió la destitución al ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, y a cuatro viceministros que habían votado en contra de las reformas. Tsipras se quiso rodear de fieles de cara a las nuevas negociaciones y dar señales para mejorar la confianza de Bruselas (y en particular de Alemania) en su Ejecutivo. El ministro de Interior, Nikos Vutsis, dijo que el primer ministro podría adelantar las elecciones una vez que se hayan negociado los términos del rescate, en setiembre u octubre.

Como otra muestra de que el acuerdo va en serio, hoy comienzan a regir el aumento del IVA para distintos rubros y algunas de las reformas convenidas. Además, hoy Atenas va a poder pagar lo que le debe al FMI desde el 30 de junio (1.600 millones de euros), así como un vencimiento de su deuda con el BCE (4.200 millones de euros), gracias al préstamo puente de 7.000 millones que le entrega hoy el Mecanismo Europeo de Estabilidad. El miércoles el gobierno griego va a votar más reformas, también acordadas la semana pasada, que afectarán a la Justicia civil y al sistema bancario.