La ciudad de Buenos Aires suele ser inmune al peronismo. La mayoría de los porteños está conforme con la gestión del Ejecutivo saliente, liderado por Macri, y su jefe de Gabinete, Rodríguez Larreta, encabeza las encuestas. La ciudad de Buenos Aires es un bastión del partido de derecha Propuesta Republicana (Pro), en una provincia de mayoría kirchnerista.
Los señalamientos de la oposición sobre el auge que tuvo la educación privada y la merma que sufrió la inversión del gobierno local en la educación pública en 12 años de gestión macrista no parecen tener efecto en la intención de voto. Lo mismo pasa con la salud y con el aumento de la deuda del Ejecutivo porteño.
Según las encuestas, el candidato del partido de Macri, Propuesta Republicana (Pro), alcanzaría el domingo entre 42% y 47% de los votos, un logro insuficiente para ganar en primera vuelta. Martín Lousteau, que compite por la alianza Energía Ciudadana Organizada (ECO, integrada por la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica ARI, el Partido Socialista, el Partido Socialista Auténtico y Confianza Pública), tiene entre 24% y 30% de intención de voto en los sondeos. En tanto, Mariano Recalde, del partido del gobierno nacional, el Frente para la Victoria (FpV), alcanzará entre 16% y 20%, según las consultoras.
También compiten, pero sin posibilidades de ganar, dos candidatos de izquierda: Miriam Bregman, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, con un apoyo de entre 1,2% y 3,2%, y Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, con entre 2% y 2,9%.
Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas y dirigente de la organización kirchnerista La Cámpora, tiene poco a favor en el escenario porteño. Además, Bregman y Zamora acusan al FpV de estar cogobernando con el Pro por apoyar medidas de este partido en la legislatura porteña. Entre los tres favoritos, Recalde es el que asume posturas más de izquierda y defiende una mayor intervención del Estado, mientras que el macrismo, por ejemplo, delegó una parte importante de la educación inicial a organizaciones sociales y privadas, independientes de su Ministerio de Educación.
En las últimas horas de la campaña, Recalde compartió un acto transmitido por cadena nacional junto con la presidenta Cristina Fernández y ambos realizaron ayer una visita a un asentamiento, la Villa 20 del barrio Lugano. Sin embargo, el fuerte apoyo que Recalde recibe de la presidenta y de la fórmula oficialista a la presidencia -integrada por Daniel Scioli y Carlos Zanini- no parece tener efecto en el escenario porteño. En este marco, el énfasis que pone en la educación y la salud pública rebota en el discurso de Rodríguez Larreta, quien asegura -en contra de lo que dicen los medios argentinos y sus adversarios políticos- que los problemas que pudieron existir en esos ámbitos están resueltos o a punto de resolverse. El macrista también niega la falta de inversión en políticas públicas, en la que insisten los demás aspirantes a gobernar la ciudad.
Recalde también utiliza como argumento en contra de Larreta -el candidato que más críticas recibió por ser favorito y por integrar el gobierno saliente- su propia experiencia al frente de Aerolíneas Argentinas. “El presupuesto anual del subte [porteño] es similar al que recibe Aerolíneas [por parte del gobierno nacional]. La diferencia es que Aerolíneas incorporó aviones modernos, que conectan a todas las provincias, que incluyen en lugar de excluir y que además compiten en el mercado, con una tarifa competitiva. Al contrario, el subte no tiene competencia y los porteños viajan cada vez peor”, dijo cuando el diario La Nación lo consultó sobre lo que haría por el transporte porteño.
Además, al igual que lo hizo Lousteau en el debate que mantuvieron los candidatos en el canal de televisión TN la semana pasada, citó información publicada por el diario español El País, según la cual el gobierno porteño compró vagones descartados del subte de Madrid y no nuevos como asegura. “Compraron vagones que son chatarra del subte de Madrid, y ocultan que la única línea que renovó sus vagones por unos modernos y con aire acondicionado es la línea A y que dichos vagones los adquirió el gobierno nacional”, dijo a La Nación. Rodríguez Larreta no respondió a esos ataques. Al responder la misma pregunta sobre el transporte, aseguró que éste fue una prioridad “desde el primer día de gobierno” de Macri, hace 12 años. “Hemos adquirido 350 vagones, todos con aire acondicionado, y estamos haciendo las obras en todas las líneas”, dijo.
Distinto pero parecido
Lousteau tiene el desafío de diferenciarse y competir con el macrismo, a pesar de que su partido, la Coalición Cívica, está aliado con el Pro bajo el lema Cambiemos para las elecciones nacionales. Macri es el favorito de las primarias de Cambiemos y su seguro candidato a presidente en octubre.
Por otra parte, Lousteau debe lidiar con su condición de ex kirchnerista. La presidenta no dudó en atacarlo por ese pasado y se refirió a su gestión como ministro de Economía de su gobierno, en 2007 y 2008. El dirigente renunció en plena pulseada del gobierno con los empresarios agropecuarios por los impuestos a las exportaciones de granos. La mandataria evitó nombrarlo pero habló de “desagradecidos” que le costaron “sangre, sudor y lágrimas”. Agregó: “Casi nos hacen volcar por hacer mal los números y ahora nos vienen a dar lecciones a nosotros”.
El kirchnerismo apostaba a llegar al balotaje para disputarle la ciudad a Macri y, para eso, intentó debilitar a Lousteau, que sin embargo se mantiene firme en el segundo lugar en las encuestas. Las propuestas de Lousteau y las críticas que le hace a Macri difieren poco de las de Recalde, aunque el candidato de ECO parece defender una postura menos estatista que el kirchnerista.
En los últimos días Lousteau se desmarcó al poner el énfasis en la seguridad, criticando la gestión de Macri, que siempre le dio mucha importancia en su discurso pero es acusado de tomar medidas superficiales, como la creación de la Policía Metropolitana, que no actúa en todo el territorio porteño. Presentó un “plan” de seguridad que se basa en gran parte en el uso de las nuevas tecnologías para agilizar la gestión, y además, en las preguntas que hizo La Nación a los candidatos, destacó el problema de la seguridad en los hospitales cuando habló de las carencias en la salud pública porteña.
Al igual que Recalde con Fernández, Rodríguez Larreta cuenta con un fuerte apoyo de Macri en su campaña. Este último lo acompañó y participó en los dos actos con los que su jefe de gabinete cerró la carrera electoral. Aunque la gestión de su gobierno alimenta la argumentación de los opositores en contra de Rodríguez Larreta, el director de la encuestadora Poliarquía, Fabián Perechodnik, dijo a la agencia de noticias AFP que “95% de sus votantes aprueba la actual administración” porteña.
Con una participación más que nada testimonial, los candidatos de izquierda Bregman y Zamora buscan sobre todo representar una alternativa de izquierda, por fuera de los partidos dominantes. En una entrevista publicada ayer por el diario Página 12, Bregman destacó la importancia de tener peso en la legislatura y le dio dimensión nacional a la elección porteña, a pesar de que el resultado del domingo difícilmente se pueda interpretar como una señal hacia octubre. “El voto a Recalde ayuda a Scioli, tanto como el de Lousteau o Rodríguez Larreta favorece a Macri, por lo tanto la izquierda tiene que optar por el Frente Izquierda y de los Trabajadores porque es la única alternativa que tienen sus respectivas fuerzas a nivel nacional”, dijo. Si su argumento encontrara eco debilitaría a Lousteau y Recalde.