El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) tiene sede en la capital financiera china, Shanghái, y surgió como una institución financiera multinacional impulsada por el grupo de los BRICS. Su creación fue anunciada en 2013, se llamó inicialmente Banco de Desarrollo de los BRICS y fue concebida como alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI), “dominados por Estados Unidos”, según escribió su flamante presidente, el indio Kundapur Vaman Kamath, en el portal oficial de la institución. Sin embargo, el Banco Mundial informó que está asesorando al NBD en su puesta en marcha.

Kamath señala que el nuevo banco buscará impulsar la cooperación financiera y de desarrollo entre la cinco potencias emergentes. Además, dice que “a diferencia” del Banco Mundial, donde el poder de voto depende de los aportes financieros, en el NBD cada país participante tendrá su voto y “ninguno de los países tendrá poder de veto”. El presidente del banco afirma además que los BRICS representan a 41,4% de la población mundial, reúnen un cuarto de las tierras del planeta y producen 25% del Producto Interno Bruto mundial.

El ministro chino de Finanzas, Lou Jiwei, y el alcalde de Shanghái, Yang Xiong, lideraron junto a Kamath la inauguración del banco, según la agencia oficial de noticias china Xinhua. “Nuestro objetivo no es desafiar al sistema existente, sino mejorarlo y complementarlo con nuestros propios métodos”, dijo Kamath. En tanto, Jiwei afirmó que el NBD ayudará a “aliviar el estancamiento de larga data que enfrentan países emergentes y en desarrollo, y ayudarlos a acelerarse, ajustarse y mejorar el desarrollo económico” respaldando proyectos de infraestructura.

Este lanzamiento se da poco después de que se celebrara una cumbre en la ciudad rusa de Ufá. Allí, el canciller ruso, Serguei Lavrov, destacó que los BRICS “ilustran un nuevo sistema de relaciones internacionales multipolares” y la influencia creciente de “nuevos centros de poder”, según citó la agencia de noticias AFP.

El NBD va de la mano de un Acuerdo de Reservas de Contingencia con un fondo de 100.000 millones de dólares, de los cuales 41.000 fueron aportados por China para enfrentar “contingencias financieras” inesperadas, informó la agencia Efe. El banco tendrá un director brasileño y la autoridad de la entidad estará en Rusia, mientras que habrá una oficina regional en Sudáfrica. Según dijo Kamath en la inauguración, el banco piensa recaudar fondos emitiendo una cantidad “sustancial” de bonos en mercados de sus estados miembros para mitigar los efectos de las variaciones cambiarias.

China también lideró la creación, en junio, de otra institución similar, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, con sede en Pekín, recordó la agencia Reuters. Según Kamath, está previsto que ambas entidades financieras establezcan una “línea directa” para discutir temas y generar vínculos entre “nuevas instituciones que se juntan, con una aproximación completamente diferente”.

El Banco Asiático cuenta con la participación de unos 20 países, y entre los no asiáticos figuran Alemania, Reino Unido y Francia, pero Estados Unidos y Japón quedaron fuera de esa iniciativa. Japón es el rival histórico de China en la región, y hoy Estados Unidos también es un rival para Pekín. Para Rusia, cuyas relaciones con Washington y Europa atraviesan uno de sus peores momentos, el banco también representa una herramienta para mantener su influencia internacional.