Guatemala y Honduras se declararon ayer en “alerta roja” ante la posibilidad de que pudiera entrar a su territorio Joaquín El Chapo Guzmán. El narcotraficante, uno de los más conocidos de México, se escapó el sábado de noche del penal de máxima seguridad Altiplano I, a unos 90 kilómetros de la capital de su país. También las autoridades mexicanas lanzaron un operativo para buscar al Chapo, que antes de su detención en febrero de 2014 era el fugitivo más buscado del mundo.

El Chapo logró escapar por un pozo de 50 por 50 centímetros y 1,5 metros de profundidad cavado desde su celda. Ese pozo desemboca en un túnel con un tubo de PVC, “presumiblemente para ventilación y alumbrado”, con “una motocicleta adaptada sobre rieles” con la que se supone que se sacó la tierra del túnel y se transportaron las herramientas con las que se hizo la perforación, dijo ayer el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido. El túnel, de un kilómetro y medio, desemboca en una vivienda en construcción, en las afueras del penal, donde se supone que vivieron trabajadores o cuidadores del túnel.

Los 18 guardias que estaban de servicio en el momento de la fuga estaban ayer detenidos, según Rubido, y en el marco del operativo de búsqueda se había cerrado el tráfico aéreo del aeropuerto internacional de Toluca, el más cercano al penal.

En 1993 el jefe narcotraficante había sido detenido en Guatemala y entregado a México, donde fue condenado a 12 años de cárcel por cohecho. En enero de 2001 ya se había escapado del penal Puente Grande, en Jalisco, a bordo de un camión de limpieza, metido entre la ropa sucia, con ayuda de funcionarios de esa cárcel. El Chapo cumplía los tres años que le quedaban de condena mientras que la Justicia mexicana intentaba aumentar la pena con nuevos cargos para evitar que fuera liberado.

El presidente Enrique Peña Nieto dijo que la fuga del Chapo es una “afrenta para el Estado mexicano”. El opositor Partido de la Revolución Democrática manifestó que esta segunda fuga del Chapo demuestra la “complicidad” de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional en el gobierno y del ahora opositor Partido Acción Nacional.