Ya en la recta final hacia las elecciones de octubre, los principales candidatos a la presidencia argentina expusieron sus propuestas en la reunión anual del Council of The Americas (Consejo de las Américas, una organización internacional empresarial), que este año estuvo a cargo de la Cámara Argentina de Comercio.

El primero en disertar fue Macri, y en su discurso el papel del Estado fue uno de los ejes. Aseguró que, en caso de ganar las elecciones, su gestión será “abierta y transparente”, y afirmó que “el Estado no tiene que ser un aguantadero de la política”, como una crítica al kirchnerismo. Para el político, acusado por el oficialismo de querer volver a políticas económicas liberales dignas de la década del 90, “nunca en la historia” argentina “hubo menos presencia del Estado que hoy”, y es necesario “construir un Estado fuerte e inteligente”.

Ésa es una de sus metas. Otra es la de “terminar” con la pobreza, la exclusión y la desigualdad, dijo. También prometió “solidificar la democracia republicana e institucional, es decir, recuperar la confianza”, algo que según el candidato de derecha “se hace sobre la base de la división de poderes” y con una “Justicia independiente que pueda defender las libertades, empezando por la de expresión”.

Por último, Macri dijo que es necesario “trabajar para una Argentina de pleno empleo”. En ese sentido consideró que “el desafío es el de innovar”. Afirmó que “este gobierno ha invertido mucho en las universidades”, y que ahora hay que trabajar con las empresas. Para concluir, insistió en la urgencia de “recuperar un Estado presente, que esté para facultar y resolver los problemas y no para aplastar con impuestos que no contribuyen a un mejor desarrollo”.

Cuando llegó su turno, Massa dijo que “uno de los más grandes desafíos” a futuro es poder “debatir sin que la lógica del debate nos ponga en una vereda u otra”, y pidió “enterrar el odio y la división”.

Al presentar sus propuestas, abogó por “redefinir la matriz energética e invertir en capital simbólico, como educación, innovación e investigación”, para poder “pensar para adelante” y así evitar que “el país sólo venda productos primarios”. Para “resolver los problemas económicos e institucionales” de Argentina es necesario “redefinir la forma de insertarnos, cumplir y comerciar con el mundo, sin el amiguismo ideológico”, dijo. “Debemos mostrarle al mundo que tenemos vocación y voluntad de cumplir con las cuentas”, insistió. Considera que para lograrlo, el país “necesita primero resolver [su] credibilidad estadística”. Agregó: “No podemos hablarle al mundo si le mentimos con las estadísticas”. Se refería al permanente debate que mantiene el país acerca de cuáles son las cifras reales de la inflación y de la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

También habló del dólar y la corrupción. “Se debe construir un Estado que desarrolle una economía mixta, entre lo público y lo privado, mediante la planificación de metas”, porque el “esfuerzo debe ser compartido”, dijo. Además abogó por un regreso al “régimen de flotación administrada sobre el dólar”, pero no aclaró si piensa poner fin, ni en qué plazo, al doble tipo de cambio que se aplica de momento.

También habló sobre la corrupción, uno de sus temas de campaña, y llegó a pedir la “imprescriptibilidad” de esos delitos.

Sobre la inserción regional, dijo que para Argentina el Mercosur es su “primer lugar en el mundo”, y se declaró a favor de “reconstruir el sistema de vínculos en la región”.

El último en hablar fue Scioli. Reconoció que “hay asignaturas pendientes” en el país y dijo que como candidato oficialista él es garante de la “gobernabilidad” y del “diálogo”. También destacó el legado de la presidenta Cristina Fernández “en términos de reindustrialización y sustitución de importaciones”.

Acerca del papel estatal, pidió “un Estado social activo”, no como lo que ocurre en otros países, donde “están haciendo estragos” con un “fundamentalismo del mercado” que el país, recordó, sufrió “en algún momento”. Se refirió a consecuencias como la precarización laboral y la baja de salarios.

Consideró que en los últimos años “se han fijado prioridades como la inclusión social” y la reapertura de fábricas cerradas, y que “la etapa que viene es la de la búsqueda de competitividad”, con lo que estableció un punto en común con sus rivales.