Axel Kicillof, el ministro de Economía argentino, que además encabeza la lista de diputados del gobernante Frente para la Victoria por la ciudad de Buenos Aires, dijo ayer que “los cambios de opinión, de idea, las contradicciones, las declaraciones aventuradas e infundadas son una característica de esta campaña del Pro [Propuesta Republicana, el partido de Macri]”. En una entrevista publicada por el diario Tiempo Argentino, Kicillof afirmó: “Es difícil tomárselo en serio”. Días antes, el ministro había asegurado que el equipo económico que acompaña a Macri está ligado a la política “de los 90”, asociada con la “privatización” y el “establishment”, y agregó que ese dirigente debería asumir que es un candidato de la derecha.

El jueves, en un debate organizado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas porteño, Carlos Melconian y Martín Redrado, los respectivos referentes económicos de Macri y Massa, dijeron que es posible pasar de un régimen con varios tipos de cambio a otro unificado cuando asuma el próximo gobierno en diciembre. Además, coincidieron en cuestionar el “fuerte atraso cambiario” que sufre la economía argentina, que a su entender frena el crecimiento desde hace cuatro años. Melconian consideró: “Se trata de ser normales. Por ejemplo, tener un tipo de cambio normal y flotante, que valga lo que el mercado diga, y gastar lo que se tiene”. Sin embargo, agregó: “Hay que combatir la inflación, eso es lo importante, para evitar un traspaso de los precios por la suba del tipo de cambio”.

Redrado, por su parte, consideró que “como hay miedo” a la flotación del valor de la moneda, un cambio en la política monetaria “debe ser gradual y mirando la estabilidad financiera”. El ex titular del Banco Central argentino (2004-2010) también coincidió en que “la clave es mirar la inflación, más que el tipo de cambio, para tenerla en un dígito lo más rápido posible”.

Macri confirmó luego la postura de su asesor, Melconian, que en sí no es novedad, aunque cobró relevancia después de que el dirigente cambiara varias de sus posturas, lo que le valió las críticas de Kicillof, entre otros referentes del oficialismo.

A pesar de las coincidencias, Massa también lo criticó, y lo mismo hizo con Daniel Scioli, el gobernador bonaerense y candidato kirchnerista a la presidencia, en este caso por las inundaciones que sufrió la provincia de Buenos Aires. “¿Cómo voy a pactar con una persona que no sé cómo piensa? No le escuché ni una sola propuesta”, dijo Massa en referencia a Macri, y descartó así una alianza con él. Después, aludiendo a Scioli, criticó que “no es la primera vez que se inundan estas zonas”, y pidió que se deje “de patear los problemas o esconderlos” y que se empiece a resolverlos. Pero agregó: “Éste es un momento para ayudar y nosotros estamos ayudando a cada una de las comunidades que sufren [...]. No es el tiempo de desnudar las miserias y fracasos del gobierno de Scioli, que ya sabemos todos que existen”.

Ayer, el portal Infobae publicó que Massa intercambió insultos con vecinos del municipio del que fue intendente, Tigre, que le reprocharon la falta de obras y de atención a los barrios más carenciados, y encontraron en esas supuestas omisiones las causas de las inundaciones. De acuerdo con ese medio, el candidato a presidente por la alianza Una Nueva Alternativa mandó a los vecinos descontentos a “votar a Cristina”. Massa agregó luego que lo “apena mucho” que algunos se dediquen “todo el tiempo a buscar culpables” por las inundaciones, en lugar de “soluciones”.

Por su parte, Scioli consideró que Macri “reveló sus convicciones” con sus propuestas económicas, y criticó que haya utilizado las inundaciones como parte de la “campaña electoral”, mientras que otros sectores “han tenido una actitud de colaboración y no de confrontación”. Según publicó el diario Página 12, Scioli insistió: “Cuando ocurre una cosa así, la gente quiere que todos pongamos el hombro, mucha acción, contención y sensibilidad”. Agregó: “Mis ideas son coherentes, no las fui cambiando de acuerdo a cómo fue el humor social, a diferencia de lo que hemos visto en otros espacios”.

Desde el frente Cambiemos, que lleva a Macri como candidato a presidente, surgieron varios respaldos al líder de Pro, como el del presidente del porteño Banco Ciudad, Rogelio Frigerio. “El gobierno acusa a la oposición de devaluadores, pero este gobierno es el que más devaluó en el mundo”, dijo. Agregó que el problema “no es el dólar; es que el peso vale menos de diez centavos de dólar”, y señaló que Argentina tiene cada vez mayores problemas de competitividad.

El economista Miguel Bein, principal asesor económico de Scioli, respondió: “Plantear que dejará libre el dólar, sin proceso previo, sin programa económico, sin cumplir las etapas que haya que cumplir y sin reforzar reservas del Banco Central, es llamar a una devaluación brusca, abrupta, del tipo de cambio. Y esa devaluación provoca fogonazos inflacionarios inmediatos”.

En tanto, el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, dijo a Tiempo Argentino que “en todo el mundo los bancos centrales administran la flotación para preservar la estabilidad financiera en circunstancias de alta volatilidad global”, y opinó que la propuesta de Macri “es un sincericidio” y “una forma encubierta de devaluación” que “no mejora la competitividad de la economía, y que además es inflacionaria y hace caer el salario de los trabajadores”.