El Diario Oficial de Cataluña publicó ayer el decreto con el que el gobierno de esta comunidad autónoma convocó a las elecciones de setiembre, en las que habrá una lista única por la soberanía bajo el lema “Juntos por el Sí”. Si en las elecciones esta lista gana, se considerará una victoria de la independencia. En ese caso, el gobierno, que seguramente encabece el actual presidente catalán, Artur Mas, dará los pasos necesarios para declarar la independencia, con o sin el aval de Madrid. La lista es respaldada por partidos políticos y organizaciones civiles que piden la independencia, y está liderada por activistas sociales.

El gobierno central estaba esperando el decreto de la convocatoria para ver si contenía alguna ilegalidad. A tal punto, que la licencia anual del Tribunal Constitucional se había retrasado para que este organismo estuviera disponible por si el gobierno presentaba un recurso contra ese decreto.

El texto del gobierno catalán coincide con el formato ordinario que se utilizó en anteriores elecciones, y no tiene ninguna referencia al carácter plebiscitario de los comicios. La portavoz de Convergència Democrática de Catalunya, Marta Pascal, ya había anunciado que sería así y que el texto no daría pie a “recursos” y “amenazas” del gobierno español.

Sin embargo, el aspecto plebiscitario de las elecciones sí fue destacado por Mas en un discurso transmitido por la televisión nacional, en el que anunció que había enviado el decreto. “La convocatoria sigue el marco legal vigente, parecida a todas las que se han hecho hasta el día de hoy en lo que se refiere a la forma. Aun así, sabemos que estas elecciones serán muy diferentes en lo que se refiere al fondo”, dijo. “Pienso, humildemente, que podemos hacer del próximo 27-S una fecha señalada en nuestra historia. La democracia es ahora la protagonista. Las urnas, los votos y la decisión libre, los instrumentos”, subrayó, después de pedir a todos los partidos políticos que respeten el resultado electoral.

El presidente también aseguró que la convocatoria “es la respuesta no sólo a la negativa del gobierno a buscar una salida dialogada, sino una actuación en legítima defensa para tener lo que a Cataluña le corresponde si la gente quiere, que es un nivel de autogobierno muy superior”.

Uno de los puntos del discurso que generaron polémica fue su opinión de que debe atribuirse la victoria electoral a la opción independentista si ésta obtiene la mayoría de los escaños (68 de 135) en el Parlamento catalán, y no según el porcentaje de votos. El sistema electoral español hace posible que se obtenga la mayoría de los escaños sin llegar a 51% de los votos, pero él argumentó que no se trata de un referéndum, sino de unas elecciones parlamentarias, cuyos resultados se miden con el número de escaños obtenidos por cada lista. Además, cuando le consultaron si 51% de los votos sería suficiente para que se declarara la victoria (aunque este 51% no redunde necesariamente en la mayoría de los escaños del Parlamento), Mas consideró que sí, y argumentó: “Si en Escocia la independencia hubiese tenido 51% de los votos ahora estarían negociando la independencia”.

En plenas vacaciones de verano, para que se presente un recurso contra el decreto que convoca las elecciones debe realizarse antes un Consejo de Ministros y pedir la opinión del Consejo de Estado, un órgano consultivo cuyas recomendaciones no son vinculantes. El gobierno español no tiene un plazo para presentar ese recurso que, si los jueces del Tribunal Constitucional consideran que tiene alguna base, puede causar la suspensión de las elecciones.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, interrumpió ayer sus vacaciones durante algunos minutos para dirigirse a los medios. Aseguró que nadie “va a romper España” ni a “convertir a ciudadanos de Cataluña en extranjeros en su propio país”, y también que la convocatoria refiere a “unas elecciones cuyo único objetivo es elegir el Parlamento de Cataluña, que a su vez elegirá al gobierno catalán” y nada más.

Con el telón de fondo de las elecciones catalanas y las generales, que todavía no fueron convocadas, el gobierno español dio a conocer ayer el presupuesto del Estado para 2016. La inversión en Cataluña crecerá de 1.071 a 1.180 millones de euros, 10%. Esta cifra fue destacada por los medios españoles pero desestimada por Mas. “Está claramente por debajo de nuestra población y economía”, dijo, ya que Cataluña reúne 16% de la población española y su aporte al Producto Interno Bruto es superior a 18%. “Nada nuevo en el frente”, concluyó.