El gobierno chino anunció ayer la destitución de varios supuestos responsables de la tragedia ocurrida la semana pasada en el puerto de Tianjin, en el norte del país, donde hubo varias explosiones en un almacén de productos químicos. El incendio dejó 114 muertos y 57 desaparecidos, además de la dispersión en el ambiente de productos tóxicos como el cianuro.

La medida anunciada afecta tanto a la administración local como a directivos de Ruihai International Logistics, la compañía propietaria del almacén. Además, el gobierno anunció, sin aludir a Tianjin, que se investiga al responsable de Seguridad Laboral del país, Yang Dongliang, por “serias violaciones a la disciplina”, una forma indirecta de referirse a la corrupción.