El ex jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) de la dictadura de Augusto Pinochet murió el viernes, a los 86 años, en el hospital militar de Santiago de Chile, donde estaba internado desde setiembre debido a sus múltiples enfermedades. Llegó a cumplir sólo 17 años de los 549 a los que fue condenado por diversos crímenes.

Murió como general retirado, sin que lo degradaran, y, aunque no recibió honores militares en su funeral, su cuerpo fue incinerado con el traje de gala azul del Ejército, el mismo con el que fue velado Pinochet en 2006.

Su muerte fue recibida con frustración por quienes aspiran a conocer toda la verdad sobre los crímenes de la dictadura. El gobierno de Michelle Bachelet manifestó en un comunicado que Contreras fue “uno de los personajes más oscuros” de la historia chilena, “responsable de crímenes y graves violaciones a los derechos humanos”, y destacó que “murió privado de libertad”. También señaló que murió “llevándose información valiosa para saber la verdad y hacer justicia respecto del horror cometido por la dictadura”.

El diario chileno El Mostrador repasó ayer las distintas teorías sobre el paradero de los archivos de la Dina de épocas de Contreras, hasta 1980. Como Estados Unidos reclamaba su extradición desde 1978 por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier en Washington, en un atentado atribuido a la inteligencia chilena, se sospecha que se deshizo de archivos de la dictadura. Testimonios y cables diplomáticos estadounidenses desclasificados coinciden en que parte de los archivos de Contreras podrían haber sido enviados a Alemania o a Paraguay, pero también hay versiones que sostienen que fueron interceptados por la CIA cuando pasaron por Nueva York rumbo a Europa.

El diario chileno da crédito a teorías según las cuales parte de esos documentos podría estar disimulada en el enorme territorio con el que contaba la Colonia Dignidad, entonces dirigida por el ex nazi Paul Schäfer, amigo de Contreras.

Hace años, Contreras había entregado un listado con cerca de 500 nombres de desaparecidos y las supuestas ubicaciones de sus restos, pero muchos de esos antecedentes eran falsos.

El subsecretario chileno del Interior, Mahmud Aleuy, dijo el fin de semana: “Nos resulta paradójico que la familia de Contreras conozca el paradero de sus restos y que el ex jefe de la Dina les haya impedido a miles de chilenos conocer” el de sus familiares.