El canciller mexicano, José Antonio Meade, llamó a levantar la voz ante el “discurso plagado de racismo, de ignorancia y de prejuicio” del magnate de la industria inmobiliaria y los certámenes de belleza que aspira a ser presidente de Estados Unidos. En una conferencia de prensa, al salir de un foro en el Parlamento Latinoamericano, el jefe de la diplomacia mexicana expresó la postura de su país ante las opiniones que ha mantenido Trump desde que lanzó su candidatura, en junio.

Los inmigrantes, y en particular los mexicanos, son objetivos recurrentes del millonario, que acusa a México de enviar “narcotraficantes”, “criminales” y “violadores” a Estados Unidos. Hasta ahora, a Trump este discurso le está dando resultado.

Si las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 fueran hoy, 45% de los estadounidenses votaría por Trump si se enfrentara a la candidata favorita en las primarias demócratas, la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, que tiene un apoyo de 51%, según un sondeo publicado por el canal de televisión CNN y el diario USA Today. Cuando Trump anunció su precandidatura, venía 24 puntos por detrás de Clinton y nadie pensaba que pudiera mantener su candidatura mucho tiempo.

El gobierno mexicano no se había pronunciado sobre sus dichos, pero el ataque a uno de sus ciudadanos ocurrido el 20 de agosto en la ciudad estadounidense de Boston, atribuido a supuestos seguidores de Trump, hizo que rompiera el silencio. La víctima, un hombre de 58 años que dormía en la calle, se despertó al ser orinado por dos hermanos que lo golpearon con una barra de metal.

Meade destacó que el agredido, que ya está fuera de peligro, fue acompañado y apoyado por México para su recuperación, y agregó: “En ninguna parte del mundo, en ningún entorno político, cabe un discurso plagado de racismo, de ignorancia y de prejuicio”. El embajador consideró que por eso es importante “que se levante la voz” siempre que haya un “discurso racista” y que “llame al extremismo”, más allá del contexto y del país.

Trump aboga por la expulsión de más de 11 millones de indocumentados y por la construcción de un muro en la frontera sur de Estados Unidos para bloquear la inmigración clandestina. Además amenazó con embargar las remesas “derivadas de salarios ilegales” enviadas por los inmigrantes que no tienen permiso de residencia. Tomaría esa medida si México se negara a participar en la construcción del muro.

Sobre estos últimos puntos lo quiso interpelar el martes de noche el periodista mexicano Jorge Ramos durante una conferencia de prensa en Iowa, el primer estado que votará en las primarias republicanas. Ramos se había parado, anunciando que tenía una pregunta “sobre inmigración”, pero el candidato lo ignoró y le dio la palabra a otro reportero. Ante la insistencia de Ramos, Trump le dijo que no le había dado la palabra y lo mandó primero a sentarse y luego a regresar “a Univisión”, el canal para el que trabaja. Enseguida, un guardia acompañó al periodista hacia la salida, mientras éste le decía que no lo tocara.

Ramos presenta el informativo central de Univisión, el principal canal estadounidense en español; además, tiene un programa semanal que se llama Al punto, y desde esos ámbitos ha sido crítico con Trump. El medio digital estadounidense Vox y el diario The New York Times lo califican como el periodista “más influyente” en el voto latino, y la revista Time lo puso en su lista de las personalidades más influyentes de este año.

Además, Trump está en juicio con Univisión porque ese canal decidió dejar de transmitir los concursos de Miss Universo, de los que él es dueño. Así reaccionó ese medio ante las primeras declaraciones del magnate sobre los inmigrantes. El empresario demanda 500 millones de dólares al canal por ruptura de contrato, y dijo que no le dará más entrevistas.

Sin embargo, más tarde el martes, ante las consultas de los demás periodistas, Trump autorizó que regresara Ramos y respondió a sus preguntas. Cuando le preguntó cómo pensaba construir el muro en la frontera, el empresario inmobiliario le dijo a Ramos: “Muy fácil: soy constructor. Es más difícil construir un edificio de 95 pisos”. Consultado sobre la expulsión de los 11 millones de personas que viven en el país sin papeles, y acerca de si utilizaría al Ejército para esto, Trump respondió que lo hará de manera “muy humana” y agregó: “Tengo más corazón que usted”.

Según una encuesta publicada ese mismo día por la encuestadora Gallup, 14% de los latinoamericanos residentes en Estados Unidos tiene una opinión favorable del magnate mientras que 65% tiene una opinión negativa de él, por lo que la firma le atribuye un resultado final de 51 puntos porcentuales en contra, la peor puntuación de los 17 precandidatos republicanos. El estudio también muestra que Trump es el que más conocen los latinos.

El más apreciado de los republicanos es Jeb Bush, el ex gobernador de Florida, hijo y hermano de ex presidentes, con un saldo de 11 puntos a favor (34% a favor y 23% en contra). Los latinos tampoco conocen a los candidatos demócratas, excepto por Clinton. La ex secretaria de Estado y ex primera dama goza de 40% de respaldo (58% a favor y 18% en contra) entre los integrantes de la comunidad latina, en esta encuesta.

Entre otras muchas voces de reprobación, Trump se ganó ayer también la de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos de Estados Unidos, que lo cuestionó por haber “dejado” que echaran a Ramos de la conferencia.