Los combates se reanudaron ayer entre facciones palestinas rivales en el campo de refugiados de Ain el Helu, el mayor de Líbano, en las afueras de la ciudad de Sidón, en lo que constituyó una violación del alto el fuego acordado horas antes. Según los medios libaneses, los nuevos enfrentamientos entre miembros del movimiento nacionalista palestino Al Fatah y del grupo islamista radical Yund el Sham dejaron ayer tres heridos.
Antes del cese del fuego habían muerto tres personas y otras 35 habían resultado heridas. Además, decenas de familias huyeron del lugar por la violencia, que afectó incluso a algunos barrios de Sidón. Quienes huyeron, en su mayoría se refugiaron en mezquitas de la ciudad, que estaban colapsadas, según el diario libanés L’Orient Le Jour.
Los enfrentamientos empezaron en Ain el Helu después de que el sábado el responsable de la seguridad del campo, Abu Ashraf al Armushif, fuera víctima de un intento de asesinato en el que murieron dos palestinos. Sólo las entradas y salidas de estos lugares de acogida están bajo la responsabilidad del Ejército en Líbano. El control interno recae en milicias, y esto genera luchas de poder.
En Ain el Helu residen unos 54.000 palestinos a los que se sumaron en los últimos días otros miles que estaban refugiados en Siria, de donde tuvieron que huir por la guerra civil que hay en ese país. Según la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, 450.000 de ellos están oficialmente asilados en Líbano.