El Comité Nacional para los Refugiados de Brasil oficializó ayer la decisión de otorgar el estatus de refugio al ex senador boliviano Roger Pinto, prófugo de la Justicia de su país. En Bolivia, Pinto fue condenado a un año de prisión por actos de corrupción, y tiene además otros varios juicios pendientes por delitos similares.

En 2012 el dirigente logró entrar a la embajada brasileña en La Paz, y el gobierno boliviano se negó a darle el salvoconducto para que viajara a Brasil, y por eso pasó 445 días en la sede diplomática.

En 2013, con la ayuda de algunos diplomáticos brasileños que no contaban con el apoyo del gobierno, huyó de su país por tierra hasta llegar a Brasil.

Su llegada generó polémica en ese país, roces entre el gobierno de Dilma Rousseff y el de Evo Morales, y, finalmente, la salida del embajador de Brasil en Bolivia y del entonces ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Antonio Patriota.

El estatus de refugiado le fue otorgado a Pinto una semana después de que la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores brasileña anunciara que aceleraría las gestiones para que Raymundo Santos asumiera como titular de la Embajada de Brasil en Bolivia.

La designación de Santos, dispuesta por Rousseff, había sido frenada en esa comisión. La mayoría de sus integrantes pertenecen a la oposición y al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (que es aliado del gobernante Partido de los Trabajadores pero no siempre sigue la línea del Ejecutivo). Esos senadores habían condicionado el avance de estas gestiones a que se le otorgara el estatus de refugiado a Pinto, tal como lo solicitaba.