Malcolm Turnbull, millonario, republicano y favorable al matrimonio homosexual, será el próximo jefe de gobierno de Australia, ya que le ganó ayer el liderazgo del Partido Liberal y la jefatura de gobierno a Tony Abbott, en una moción de censura en el Parlamento. Turnbull, de 60 años, es diputado desde 2004 y se impuso sobre Abbott por 54 votos a 44 en la interna del partido. La disputa entre los dos liberales se mantiene desde 2009, cuando Abbott le arrebató -por un voto- el liderazgo del partido, que entonces estaba en la oposición.
El desacuerdo había surgido de la decisión de Turnbull de apoyar la reducción de emisiones de carbono que impulsaba el primer ministro laborista Kevin Rudd. En ese momento, evaluó la posibilidad de abandonar la actividad política, pero el propio Abbott lo convenció de que continuara y lo nombró ministro de Comunicaciones en 2013.
Turnbull fue primero periodista, luego abogado en asuntos de negocios, antes de hacer una brillante carrera como banquero e inversor que lo convirtió en millonario. Ingresó a la actividad política militando para que Australia corte sus vínculos con la corona inglesa y se convierta en república. En 1993 se convirtió en líder del Movimiento Australiano Republicano, cargo que abandonó en 2000, después de organizar, sin éxito, un referéndum para que la reina Isabel II dejara de ser la jefa de Estado del país.
En 2002 ingresó al Partido Liberal, primero como tesorero, y en 2006 asumió como ministro de Medio Ambiente en el gobierno conservador de John Howard. En 2012 dijo que estaba a favor de las uniones civiles homosexuales, que en su país no son legales.
Después de la derrota conservadora de 2007, Turnbull fue nombrado líder de su partido y se convirtió en el primer jefe liberal en admitir que fumó marihuana cuando era joven, aunque agregó que fue “una muy mala idea”. Ayer, antes de ganarle la pulseada a Abbott, Turnbull renunció a la cartera de Comunicaciones que le había confiado su compañero de partido.
Una vez que Abbott renuncie, Turnbull deberá asumir el cargo ante el gobernador general, Peter Cosgrove, que representa a la reina Isabel II en Australia. “Hoy hemos tenido una experiencia importante y aleccionadora, me siento humilde ante ella”, dijo Turnbull en una conferencia de prensa, después de su victoria, junto a la canciller, Julie Bishop, quien fue confirmada como vicepresidenta del partido.