Chaco es una de las provincias cuyas elecciones enfrentaban a los mismos sectores que compiten por el gobierno nacional. Por un lado, el FpV de la presidenta Cristina Fernández, bajo el nombre Chaco Merece Más, y por otro algunos de los principales partidos opositores, como Propuesta Republicana (Pro), de Mauricio Macri, y la Unión Cívica Radical (UCR), que se unieron a otras organizaciones políticas locales bajo el lema Vamos Chaco. Esta formación opositora tenía la particularidad de que contaba con el respaldo del Frente Renovador del candidato presidencial Sergio Massa, que en las elecciones nacionales es rival de Macri. Pero la unión no hizo la fuerza: Chaco Merece Más retuvo el gobierno provincial y le arrebató al radicalismo el gobierno de la ciudad de Resistencia, capital y ciudad más poblada de Chaco.

Con la victoria de Capitanich, el FpV terminó con 16 años de gobierno radical en Resistencia, aunque por un porcentaje menor al que esperaba: la ventaja de 7% que había logrado Capitanich en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias se redujo a 4%. El ex jefe de Gabinete del gobierno de Fernández se enfrentó al radical Leandro Zdero. El candidato de Vamos Chaco es jefe de gabinete de la actual intendenta, Aída Ayala, que a su vez compitió por el gobierno de Chaco.

Ayala fue derrotada por el kirchnerista Domingo Peppo, que obtuvo 55,3% de los votos y una ventaja de 13% sobre ella, según el recuento provisorio. Así como en Resistencia el kirchnerismo terminó con 16 años de gobierno radical, en Chaco se dispone a gobernar durante 16 años de forma ininterrumpida.

Varios dirigentes nacionales kirchneristas viajaron a Resistencia para celebrar la victoria de Peppo y Capitanich, entre ellos el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el candidato a vicepresidente, Carlos Zannini. Sin embargo, no estuvo presente el candidato presidencial, Daniel Scioli. Medios críticos con el gobierno como La Nación y Clarín especulaban ayer con que Scioli no quiso asistir para no tener que enfrentar una situación como la que existió en las elecciones de Tucumán, donde la oposición denunció una serie de irregularidades.

Justamente, Zannini destacó la tranquilidad con que se desarrollaron las elecciones chaqueñas al tomar el micrófono en la noche del domingo: “[Los chaqueños dieron] una lección democrática para todos los argentinos […] demostraron que las distintas ideas y la pasión política se dirimen en la urnas. Esto fue un ejemplo de convivencia que se debe trasladar al orden nacional”.

Confirmados… por ahora

La Corte Suprema de Tucumán falló sobre las elecciones provinciales, cuyo resultado había sido declarado nulo por un tribunal de segunda instancia a raíz de una denuncia de irregularidades presentada por el candidato opositor José Cano. Uno de los jueces de la Corte Suprema tucumana explicó que para anular elecciones deben existir causas “profundas y generales”, y manifestó que en las de Tucumán hubo incidentes pero “no fueron generalizados” ni suficientes como para “variar el resultado”. Dijo a la radio Continental: “Hubo irregularidades, pero no justifica que se anule toda la elección”. El fallo de la corte indica que el candidato del kirchnerismo -que ya gobernaba la provincia-, Juan Manzur, puede ser proclamado ganador en cualquier momento. Ayer la Junta Electoral retomaba las actividades para hacerlo.

Cano ya anunció que presentaría un recurso extraordinario para que el caso vaya a la Corte Suprema de la Nación; sin embargo, aclaró: “La Justicia de Tucumán decidió que Manzur es el gobernador electo y eso lo tenemos que respetar”. El reconocimiento de Cano fue celebrado por Scioli, que lo aprovechó para pedirle a su principal contendiente que lo imite: “A buena hora que Cano acata el fallo, espero que Macri haga lo mismo”.

A un mes de las elecciones presidenciales del 25 de octubre, durante el fin de semana se conocieron seis encuestas. Ninguna de ellas anticipa que Scioli alcance 45% de los votos, lo que le permitiría ganar sin necesidad de segunda vuelta, sin importar el porcentaje que obtenga el segundo. Algunos sondeos indican que Scioli alcanzaría un apoyo de 40% y lograría una ventaja de 10% sobre Macri, lo que también le permitiría ganar ese día, pero otras concluyen que será necesario el balotaje. Tampoco existe coincidencia acerca de cuántos son los indecisos, que pueden definir la votación, y que de acuerdo con los distintos sondeos son de 2% a 5% del electorado.