“El gobierno demuestra incapacidad de gobernar Brasil después de 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores [PT]”, dijo el líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña, el senador Aécio Neves, después de que el Poder Ejecutivo enviara al Congreso un proyecto de presupuesto para 2016 que, por primera vez en la historia, implica un déficit de 0,5% del Producto Interno Bruto.

A comienzos de año el Ejecutivo de Dilma Rousseff se había fijado como meta para 2016 un superávit primario de 9.392 millones de dólares. “Debido al escenario de ingresos, e incluso después de nuestro esfuerzo de contención del crecimiento de gastos tanto obligatorios como discrecionales, aun así no será posible cumplir con nuestra meta”, reconoció el ministro de Planificación, Nelson Barbosa, en una conferencia brindada junto con su par de Hacienda, Joaquim Levy.

El gobierno ha impulsado varios proyectos de ley dirigidos a reducir gastos estatales y a aumentar el ingreso, entre los que se incluyen el ajuste fiscal y una iniciativa de la semana pasada para reintroducir un viejo impuesto al pago mediante cheques, que fue rechazada por el empresariado y por el principal aliado del PT, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño.

El déficit primario previsto en el presupuesto es de unos 8.500 millones de dólares, que representan 0,5% del PIB. Es la primera vez en la historia brasileña que un gobierno reconoce que tendrá que gastar más dinero del que recaude, anuncio que se interpreta como una señal de la gravedad de la crisis económica que atraviesa Brasil, que ya entró en recesión.

Además del déficit, el proyecto de ley incluye otras previsiones económicas. Prevé para 2016 una inflación de 5,4%, similar a la calculada por el sector privado, y un crecimiento del PIB de 0,2%, superior a la contracción de 0,4% que prevén los operadores privados.

El ministro de Planificación dijo en la presentación del proyecto de ley de presupuesto que se mantendrán sin recortes los programas sociales como Bolsa Familia, que subsidia la alimentación de miles de familias, y el de vivienda Minha Casa, Minha Vida. Además, el texto prevé el aumento del salario mínimo de 219 a 240 dólares.

El diputado Ricardo Barros, encargado de presentar el proyecto de ley de presupuesto en la cámara baja, dijo ayer que en una primera mirada al proyecto ya encontró algunos gastos que no están incluidos, por lo que concluyó que el déficit primario será superior al 0,5% previsto por el gobierno.

En un análisis que dio a conocer a sus clientes por correo electrónico, la calificadora de riesgo Fitch consideró que este proyecto de presupuesto -que debe ser votado en el Congreso- pone en evidencia “los riesgos crecientes para la trayectoria de las finanzas públicas y la deuda” de Brasil.