La defensa de López asegura que el proceso judicial en su contra ha sido “injusto”. La condena que recibió es la mayor que se aplica a los delitos de “instigación pública”, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio, por los que fue condenado. Se lo consideró culpable de convocar a las manifestaciones que comenzaron el 12 de febrero de 2014, que ese mismo día dejaron tres muertos. Según el abogado de López, Juan Carlos Gutiérrez, hay indicios de que fueron policías los responsables de esas muertes. Gutiérrez anunció que va a apelar el fallo, que a su entender fue una “cadena de violación sistemática a los derechos humanos” y estuvo “basado en mentiras”.

La oposición venezolana calificó la condena de “infame” y dijo que es producto de una “Justicia podrida”. “Una provocación, eso es lo que es, en definitiva, esta sentencia [...] no olvide usted que estamos apenas a 87 días de unas elecciones cruciales en Venezuela, elecciones que el gobierno está perdiendo de manera completa”, dijo el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, al canal estadounidense CNN. El 6 de diciembre Venezuela elige parlamentarios, y la oposición ve en esta condena una maniobra para dejar fuera de juego a López, que permanece detenido desde hace más de un año y medio. De paso, el fallo se convirtió en un argumento de la campaña opositora.

Así, otro opositor, Henrique Capriles, dos veces candidato a presidente y gobernador del estado de Miranda, escribió en Twitter: “La Justicia en nuestra Venezuela está podrida, hoy más que nunca entendamos que el camino a la libertad de Leopoldo y todos empieza el #6D [en referencia a la fecha de las elecciones]”. En el mismo sentido, la líder del movimiento Vente Venezuela y ex diputada María Corina Machado dijo que la condena dejó en evidencia “que en Venezuela existe una dictadura militarista” y pidió a la comunidad internacional “reaccionar al lado de los venezolanos”.

Los dirigentes de la oposición en Argentina, el Partido Nacional de Uruguay, opositores brasileños, el gobierno chileno, el colombiano, el español y el de Estados Unidos fueron algunos de los que salieron a manifestar su preocupación o, directamente, a criticar el fallo.

La organización civil Amnistía Internacional también lo hizo, al denunciar la “absoluta falta de independencia judicial” en Venezuela y una condena contra López “sin ninguna evidencia creíble en su contra”. La directora para las Américas de esa organización, Erika Guevara-Rosas, dijo que “los cargos contra Leopoldo López nunca fueron adecuadamente sustanciados, y la sentencia de prisión en su contra tiene una clara motivación política”. Consideró además que López es “un prisionero de conciencia y debe ser liberado inmediata e incondicionalmente”.

También la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos se pronunció al respecto. Manifestó que la “comunidad internacional debe conocer la sentencia contra Lepoldo López” y abogó por “el libre ejercicio de ideas y posturas políticas diversas en el marco del Estado de Derecho” y por el “respeto a la disidencia”.

Sin embargo, el gobierno venezolano se defendió de las críticas al fallo y condenó la “injerencia” extranjera que, a su entender, implican. Uno de los vicepresidentes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Rodríguez, dijo ayer que “López debe agradecer que este juicio transcurrió en Venezuela. Si los delitos por los que fue condenado, como incendio y agresión contra personas, los hubiera cometido en Estados Unidos, la pena capital o de muerte, o varias cadenas perpetuas”, es lo que afrontaría.

Por su parte, López pidió a sus seguidores en una carta leída por su esposa, Lilian Tintori: “El único acto de solidaridad que pido ante mi sentencia es que no se rindan, porque como una vez dijo Gandhi: los caminos de la verdad y el amor siempre han triunfado”. Además convocó a sus partidarios a participar en una marcha pacífica el sábado 26 y les pidió que el 6 de diciembre vayan “con todas sus fuerzas a votar, a defender en todos y cada uno de los centros electorales, en la propia calle, la voluntad de cambio” de “la inmensa mayoría de los venezolanos”.

El viernes, Tintori denunció: “Durante dos horas y media me cerraron la reja y no me dejaban salir [de la cárcel de Ramo Verde, donde está detenido su esposo], pero logré sacar un mensaje de Leopoldo para ustedes hoy, después de una larga noche y después de asumir una condena injusta”.