La página mcafee16.com es la plataforma de campaña del hombre que, hace sólo un mes, tuvo que presentarse ante la Justicia estadounidense por conducir borracho y portar armas sin permiso legal. La semana pasada, cuando comenzó a sonar la noticia de que McAfee sería candidato, no había allí nada de líneas programáticas, pero en los últimos días incorporó un video y una carta de su autoría.

En el video McAfee aparece con una antigua bandera estadounidense de fondo y asegura que los fundadores del país “no pudieron anticipar un mundo en el que las cámaras de espionaje se ocultan en cactus, los gobiernos subrepticiamente espían las comunicaciones verbales y el concepto de privacidad está aproximándose rápidamente a la extinción”, un mundo “en el que la información es una materia prima de intercambio”.

Luego repasa los riesgos vinculados con los ciberataques y las ciberguerras, y señala que él sí está capacitado para enfrentarlos por su experiencia en los servicios de seguridad informáticos.

Más curioso es el contenido de la carta, en la que McAfee dice que puede definirse como “un hombre serio” porque, además de manejar una empresa multimillonaria, tuvo otras experiencias. “Viví en una república bananera del Tercer Mundo, fui torturado y tuve que mirar cómo disparaba a mi perro, frente a mis ojos, un soldado entrenado por el FBI en Quantico […] Me escondí en las selvas de América Central durante semanas mientras me perseguía un ejército que representaba a un gobierno por el que me negué a ser extorsionado”, afirma. McAfee no ofrece más datos sobre estas aventuras, y pasa a hablar de su campaña.

“Si mis asesores y gestores de campaña consideran que es del interés de mi partido que participe en los debates presidenciales, entonces estaré feliz de hacerlo”, dice, pero de inmediato recomienda a quienes “encuentren valor o entretenimiento viendo debatir a mis oponentes políticos” que dediquen ese tiempo a ver “History Channel o luchas libres profesionales”, porque les van a proporcionar “mayor entretenimiento”.

McAfee dice que su objetivo será que, al final de la campaña, él represente a todos y cada uno de los estadounidenses, y que su única promesa es la de trabajar para encontrar “un terreno común en el que todos los americanos […] puedan estar”, ya que “todos somos humanos”.

La candidatura del fundador de una de las primeras compañías de antivirus no tiene el respaldo de ninguno de los dos grandes partidos de Estados Unidos (el Demócrata y el Republicano), sino que el propio McAfee presenta su Partido Cibernético que, dice, está trabajando sin parar para lanzar plataformas electrónicas para que él se comunique directamente con los estadounidenses. “Estoy lanzando la primera campaña presidencial puramente electrónica”, dice en uno de los fragmentos de su carta.

Fugaz

Lessig sí se presenta en el marco de una formación tradicional estadounidense, el Partido Demócrata. Su candidatura es sorprendente no sólo porque él es una figura desvinculada de la política partidaria -es profesor de Harvard y creador del sistema de licencias Creative Commons-, sino también porque la propone como un referéndum y promete renunciar después de reformar el sistema electoral.

En entrevista con BBC Mundo, Lessig consideró que Estados Unidos no tiene una democracia porque el sistema actual, que permite a los candidatos recibir donaciones directas de ciudadanos y empresas, “hace que la democracia no sea representativa”. Dijo que 400 familias han suministrado todos los fondos para la campaña electoral hacia las elecciones presidenciales de noviembre de 2016, lo que genera que los políticos obedezcan a éstas y no a los intereses de todos los estadounidenses.

Lessig ha impulsado, por intermedio de organizaciones civiles, cambios en el sistema electoral, en particular en la financiación de las campañas, pero éstos no han llegado al Congreso. Por eso propone su candidatura como un referéndum -modalidad no prevista en la Constitución estadounidense- en el que los ciudadanos digan si quieren, o no, cambios en este sistema.

Propone un novedoso sistema de financiación que permitiría pequeñas donaciones y un sistema de cupones mediante el cual los ciudadanos podrían respaldar a sus candidatos. Además, promete hacer una redistribución de los distritos electorales para que el Congreso sea más representativo.