Un inmenso movimiento de protesta liderado por la casta de los patels, una de las más influyentes del estado de Gujarat, en el oeste de India, reclama que se les apliquen a sus integrantes cuotas de ingreso a la educación pública superior y a la función pública, tal como se dispuso para castas que sufren discriminación.

El líder de ese movimiento, Hardik Patel, tiene 22 años y está recién recibido de una escuela de comercio. El domingo estuvo en Nueva Delhi intentando nacionalizar su reclamo. Su comunidad protesta desde hace meses en Gujat y la semana pasada hizo un gigantesco acto en Ahmedabad, con cientos de miles de personas, que terminó en enfrentamientos con la Policía. Esto desembocó en dos días de violencia en las calles que dejaron siete muertos, mientras que las autoridades declararon un toque de queda en algunas localidades y cortaron el acceso a internet.

Medios indios, como el canal NDTV, emitieron imágenes en las que se ve a hombres con uniformes de Policía y cascos que golpean con armas y lanzan piedras a varios vehículos. Por esto, el Alto Tribunal del estado ordenó a la Policía de Ahmedabad que investigue lo ocurrido, según el diario Times of India.

Patel y sus seguidores creen que la discriminación positiva dispuesta para atenuar la discriminación que sufren otras castas los perjudica a ellos, que en su mayoría son ricos terratenientes y dominan la industria de los diamantes. Esta industria está sufriendo una crisis que afecta a las pequeñas y medianas empresas, algo que lleva a algunos de los miembros de esa casta a reciclarse y tratar de acceder a rubros en los que se aplica el sistema de cuotas, que se implementó a partir de los años 60 y tuvo un fuerte desarrollo desde los años 90.

El propio Patel dice que se movilizó porque su hermana y varios de sus amigos no pudieron ingresar a la universidad porque la discriminación positiva los dejó sin cupos, según la radio francesa RFI. El domingo explicó a los medios de la capital que quiere unirse con otras castas y comunidades que no estén cubiertas por las medidas en contra de la discriminación.

Los patels constituyen 20% de la población del estado de Gujarat (unos 30 millones de habitantes), donde apoyaron al actual primer ministro, Narendra Modi, cuando fue gobernador, entre 2001 y 2014. Pero ahora amenazan con votar en contra de su partido si no acepta sus reivindicaciones.

Según la encargada para Asia del Sureste de Amnistía Internacional, Mireille Boisson, las manifestaciones por temas de casta son una “verdadera novedad en Gujarat”, porque habitualmente esos temas se resuelven allí ante la Justicia. Además, explicó que el Tribunal Supremo ya estableció que las cuotas no podían aplicarse a más de 50% de los cupos disponibles y, por lo tanto, para incluir a los patels habría que dejar afuera a otras castas.

En nombre del honor

A pesar de la política de cuotas que busca revertir la discriminación, la división por castas de la sociedad india sigue siendo una realidad. Amnistía Internacional lanzó una campaña en defensa de Meenakshi Kumari, de 23 años, y su hermana, de 15, de la casta dalit, que fueron condenadas a ser violadas y expuestas desnudas en la plaza pública, como castigo por que su hermano se fugó con una mujer casada y de casta superior, la jat, en el estado norteño de Uttar Pradesh. La pareja llevaba dos años de relación cuando fue descubierta, pero la familia de ella la había obligado a casarse con otra persona, antes de que se escaparan.

La condena emana de un consejo municipal de sabios, que busca “lavar el honor” de la familia de la mujer que huyó con el hermano de Meenakshi. Esta joven, que huyó de su pueblo junto a su hermana, pidió protección para su familia ante el Tribunal Supremo para volver a su hogar.

La familia de Meenakshi también manifestó su preocupación por la mujer de la pareja que huyó, por la posibilidad de que esté embarazada y eso genere otras represalias, en este caso contra ella. El padre de Meenakshi presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión Nacional de las Castas Reconocidas. Según informó Amnistía Internacional, uno de los hermanos de las jóvenes dijo: “Desde que acudimos al Tribunal Supremo, la gente del pueblo se ha vuelto aun más agresiva”.

Sharad Sachan, el jefe de la Policía del lugar, Bhagpat, al que se le exigen medidas de protección para la familia Kumari, negó las denuncias. Según la prensa francesa, dijo a la agencia de noticias AFP que “el consejo [de sabios] no trató el asunto y las amenazas no fueron en contra de esas mujeres”.