Si bien la Asamblea General de la Organización las Naciones Unidas (ONU) empezó el lunes y termina el sábado, sus discursos y encuentros ya dejaron más que una simbólica foto entre unos sonrientes Barack Obama y Raúl Castro. Quedó en evidencia una voluntad de poner en común salidas posibles al conflicto en Siria y combatir al grupo jihadista Estado Islámico (EI), hubo coincidencias en la necesidad de multiplicar el número de cascos azules y se renovaron estrategias contra el cambio climático.

En cuanto a la crisis siria, se contraponen las posiciones del presidente estadounidense, Barack Obama, que quiere sacar del poder al presidente Bashar al Assad, y del mandatario ruso, Vladimir Putin, que lo apoya. El lunes, Obama y Putin tuvieron un encuentro mano a mano y, aunque ambos mantuvieron sus posturas enfrentadas en cuanto al papel que debe jugar Al Assad en la resolución del conflicto, coincidieron en la necesidad de que la salida sea “política” y no militar. Tras la reunión, Putin dijo a medios rusos que el encuentro fue “sorpresivamente franco y constructivo”.

Por otra parte, ayer Obama convocó a una cumbre para debatir estrategias contra el terrorismo, en particular para desarticular a los islamistas radicales de EI. Reiteró que es necesario derrocar a Al Assad para poner fin al conflicto, y dijo que los jihadistas “acabarán perdiendo, porque no tienen nada que ofrecer excepto violencia y muerte”. Rusia rechazó esta cumbre por considerarla una falta de respeto hacia el secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, y una actitud “arrogante” de Obama.

En materia de seguridad, la gran noticia la dio Obama, el lunes, al comunicar el aumento de “cascos azules”. De acuerdo con el mandatario, más de 50 países se comprometieron a aportar, en total, 40.000 efectivos para fortalecer el contingente de más de 100.000 militares que ya componen la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU. Países como Bangladesh, Colombia, Finlandia, China y también Uruguay, participan en este fortalecimiento de las misiones de paz, que actualmente suman 16 alrededor del mundo. Además de los cascos azules, se comprometieron 40 helicópteros, diez unidades médicas, 15 unidades de ingenieros y distintos tipos de equipamiento para prevenir ataques.

Otro eje temático presente fue el del cambio climático. En este sentido, la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, anunció el domingo que su país fijó el objetivo de reducir 37% sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2025 con respecto de los niveles de 2005, metas que presentará en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, a fin de año, en París. Para lograr ese objetivo, explicó Rousseff, Brasil dará mayor protagonismo a las energías renovables, incluida la hidráulica, en la red de generación energética, a la vez que buscará eliminar la deforestación ilegal en la región amazónica y contrarrestar las emisiones de la tala legal, entre otras medidas.

Un par de días antes, el presidente chino, Xi Jinping, había anunciado -en una reunión con Obama en Washington- la creación de un fondo de 3.100 millones de dólares para ayudar a países en desarrollo en el control de los efectos del cambio climático.