La gigante automotriz Ford anunció el lunes que para fines de este año cerrará definitivamente sus operaciones en Japón e Indonesia, porque no puede encontrar “un sendero decisivo hacia mayores ventas y utilidades”, de acuerdo con el comunicado de la empresa estadounidense. Según el texto, Ford ha explorado todas las opciones posibles para recuperar la compañía en esta parte del mundo, sin éxito. Ford emplea a 292 trabajadores en Japón, mientras que en Indonesia su personal es de 35 empleados y hay 44 franquicias, según la portavoz de Ford en Shanghái, Karen Hampton.

La decisión es un golpe a la confianza de los inversores extranjeros de la región, en especial en un país como Japón, en el que la industria automovilística es muy fuerte. Con esto, también cierra su fábrica más grande en el sudeste asiático, ubicada en Indonesia. En el caso de Japón, el problema parece ser el claro dominio del mercado por parte de Toyota y su subsidiaria Daihatsu.

Ford continuará con su despliegue de servicio al cliente, reparaciones, repuestos y garantía. El comunicado agrega que la firma está comprometida en la reestructuración de sus operaciones globales en busca de sostenibilidad y confiabilidad en cada uno de los mercados que atiende.

La empresa sigue los pasos de General Motors, que el año pasado decidió dejar de fabricar automóviles de la marca GM en Indonesia -con la consecuente pérdida de 500 empleos-, en medio de una intensa competencia de rivales japoneses.