Organizaciones afines al kirchnerismo participaron ayer en una marcha en defensa de la libertad de expresión, después de que Morales fuera despedido de la radio Continental. Durante la jornada de ayer, el periodista brindó varias entrevistas, en las que reiteró su versión de que fue despedido porque el gobierno de Mauricio Macri quería censurarlo. En una de esas entrevistas, que publicó ayer Página 12, Morales afirmó: “Siento que estamos viviendo la mayor agresión a la república y a la democracia desde la dictadura”. El diario informó que el programa de Morales, La mañana, fue el más escuchado de Continental durante 2015 y el tercero más escuchado de Argentina en ese horario, de 9.00 a 13.00.

El periodista dijo que, al despedirlo, la empresa argumentó que al otro programa que conduce en esa radio, Competencia (un deportivo en el que se relatan los partidos de fútbol), iba “menos de lo que corresponde”. Explicó que para descansar la voz al día siguiente de relatar, si había partido, él salía al aire por teléfono y no iba al estudio.

Reiteró que en realidad lo despidieron porque la radio “se dio cuenta” de que en el marco de la negociación por la pauta publicitaria para 2016 el gobierno le estaba pidiendo que él no estuviera más al aire. El gobierno “está determinando en estos momentos cuáles son los límites de la libertad de prensa”, dijo Morales. “Es un ocaso de la república” y de la democracia, lamentó.

Las denuncias de Morales recibieron una respuesta de Macri. “Lamento las cosas que ha dicho Víctor Hugo, porque son totalmente falsas”, dijo el mandatario en una conferencia de prensa, en la que también señaló que no va a “opinar sobre qué periodista tiene que trabajar en ningún tipo de medio” y que eso tiene que ver con su “compromiso con la libertad de expresión”. Durante la campaña electoral, aseguró que no iba a silenciar a quienes lo criticaran.

Macri recordó que él y Morales mantuvieron una buena relación cuando él era presidente de Boca Juniors y que entre ambos hubo un “enorme respeto”. Agregó: “Me apoyó en muchas ocasiones antes de convertirse en un fanático kirchnerista”. En respuesta, Morales publicó en Twitter: “Eso que dice Macri es lo que construyó Magnetto sobre mí. Es natural que Macri lo repita. #MacriEsMagnetto”, en referencia al director ejecutivo del Grupo Clarín.

El uruguayo no es el primer periodista afectado desde que Macri asumió la presidencia. Bajo el argumento de que algunos programas o medios son militantes mediáticos sostenidos por el gobierno anterior, el Ejecutivo sacó del aire al programa 6, 7, 8, de TV Pública, cuando su contrato venció el 23 de diciembre. También levantó toda la programación de Nacional Rock, una de las radios públicas, y recién en febrero se informará cuál será la nueva programación, en la cual no habrá “ciclos politizados”, según dijo el director del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi. En el programa Fútbol para todos, también vinculado con el kirchnerismo, y que transmite los partidos de fútbol a toda Argentina, hubo diez despidos.

Estas decisiones sobre los medios se toman mientras el sector atraviesa un momento económico difícil, ya que varios de ellos están atrasados en los pagos de salarios. Por ejemplo, en los primeros días de este año, el diario Tiempo Argentino no salió a los kioscos por primera vez en sus seis años de vida, porque la empresa no pagó los aguinaldos a los periodistas y éstos decidieron paralizar sus actividades.

Reacciones políticas

Decenas de periodistas y organizaciones civiles se solidarizaron con Morales. También lo hicieron algunos políticos opositores, entre ellos, el diputado Máximo Kirchner, quien aseguró que este gobierno “siempre tiene una excusa a mano para acallar voces”. “Para cada cuestión que moleste, siempre va a haber argumento”, dijo. El dirigente de La Cámpora, en una entrevista con la radio Del Plata, agregó: “Quienes piensan diferente al presidente tienen cada vez menos posibilidades de expresarse. Es una caza de brujas”.

Kirchner también se refirió a las miles de personas que han sido despedidas desde que comenzó el gobierno de Macri, entre ellos, 2.035 empleados del Senado, 4.500 de la Alcaldía de La Plata y 600 del Centro Cultural Kirchner, 85% de su plantilla. “Si el Estado lo hace, creo que después los otros [en referencia a los privados] sienten que están habilitados para hacerlo”, dijo. El lunes, trabajadores de la empresa pública de telecomunicaciones y fabricación de satélites Arsat denunciaron en Facebook que se despidió a 25 profesionales por su militancia kirchnerista. También se denunciaron 30 despidos por cuestiones vinculadas a la ideología política en el Ministerio de Transporte.

Una de las excepciones a la norma fue Aerolíneas Argentinas, cuya presidenta, Isela Costantini, ex directora ejecutiva de General Motors, mantuvo a la mayoría de los gerentes en la compañía, incluidos aquellos con una reconocida trayectoria en La Cámpora.

Consultado acerca de los despidos en el Estado, Macri dijo en la conferencia que desde que asumió ha visto “un enorme vaciamiento del Estado”, que “prácticamente no tiene capacidad de funcionamiento” por estar superpoblado de funcionarios. Luego agregó que sueña con tener un país en el que “cada uno encuentre un lugar donde ser feliz”, también laboralmente.

Otro despido del gobierno de Macri quedó temporalmente sin efecto tras una decisión judicial. El presidente dispuso por decreto modificaciones a la Ley de Medios, como la eliminación de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y la destitución de todos sus funcionarios, entre ellos, Martín Sabbatella, que estaba al frente del organismo. Dos fallos judiciales anularon las modificaciones decretadas, y ayer Sabbatella intentó volver a las oficinas, pero la Policía Federal se lo impidió. “Van con todo sin importarles nada. Esto es un atropello brutal que avanza sin límite contra las instituciones”, dijo. “Están violentando las instituciones, están violentando la ley y se burlan de las decisiones de los jueces”, agregó.

Consultado por este hecho, Macri dijo en la conferencia que el gobierno apeló el fallo judicial y que eso “le da carácter suspensivo a las medidas que tomaron los jueces”, por lo tanto, “por ahora los fallos no tienen aplicación”.