Asume hoy en España un nuevo Congreso en el que ningún partido cuenta con una mayoría que le permita formar un gobierno sin alianzas. La búsqueda de acuerdos entre las distintas organizaciones políticas para formar un nuevo Ejecutivo se mantienen desde diciembre sin una solución a la vista.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos alcanzaron un acuerdo por el cual será electo como presidente del Congreso el socialista Patxi López, ex gobernante del País Vasco. El acuerdo también contempla que los cuatro partido más votados -el gobernante Partido Popular (PP), el PSOE, Podemos y Ciudadanos- ocupen algún cargo en la Mesa que dirige el Congreso.

Ambos partidos se encargaron de aclarar que este acuerdo sobre la dirección del Congreso no es un anticipo de un eventual pacto de gobierno. Sin embargo, su alianza dejó en claro cuáles son las posiciones de unos y otros, y también mostró la negativa del PSOE a ceder ante uno de los reclamos de Podemos.

Este último partido reclama que se le permita formar cuatro grupos parlamentarios: los electos en Cataluña, en la Comunidad Valenciana, Galicia y el resto del país. El PSOE se negó ante este reclamo, por lo que Podemos se retiró de las negociaciones para formar la Mesa del Congreso, y dejó al PSOE y a Ciudadanos pactar mano a mano.

El paso siguiente de Ciudadanos dejó ver que no quiere dar señales a ninguno de los dos grandes partidos: después de pactar con el PSOE, negoció con el PP para que abandonara una eventual candidatura propia para presidir el Congreso a cambio de integrar algún otro cargo en la Mesa. Ciudadanos presentó el acuerdo como si se hubiera establecido con ambos partidos en simultáneo excluyendo a Podemos, mientras que el PSOE lo presentó como un logro alcanzado sólo con Ciudadanos.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, había jugado sus fichas a que el PSOE aceptara la formación de los cuatro grupos propuestos. “Estamos convencidos de que nos podremos entender, en particular con el PSOE. De no ser así, es evidente que entendimientos ulteriores serán muy complicados”, dijo antes de las negociaciones.

Los partidos mantienen posiciones similares a las que sostenían antes de las elecciones: el PSOE se negó otra vez a pactar un gobierno con el PP, Ciudadanos no apoyará al PSOE ni al PP y Podemos se autoexcluye de cualquier posibilidad que incluya al PP. Este partido de derecha que todavía gobierna España pide una alianza con el PSOE y Ciudadanos, mientras que los socialistas manejan la posibilidad de hacer una alianza de izquierda, sin especificar con quiénes.

En España aparece cada vez con más fuerza la posibilidad de convocar a nuevas elecciones, una opción que todos los partidos consideran muy negativa.

Unas elecciones similares fueron descartadas en Cataluña, que continúa con su recorrido independentista ahora bajo la presidencia de Carles Puigdemont, que asumió ayer como titular del Ejecutivo catalán. Lo hizo sin prometer fidelidad al rey ni a la Constitución, como se suele hacer, y sólo asumió su cargo “ante la voluntad del pueblo de Cataluña, representada en el Parlamento”. Horas antes, el rey Felipe de Borbón no había agradecido los servicios de su antecesor, Artur Mas, tal como indica la tradición. “Yo sí que les agradezco los servicios prestados. A todos”, dijo Mas al despedirse. La Abogacía del Estado va a estudiar la fórmula mediante la que juró Puigdemont para recurrir a la Justicia si se violó alguna ley.