Corea del Norte sorprendió ayer al anunciar que “se ha integrado con confianza en las filas de las potencias nucleares poseedoras de bombas de hidrógeno”, después de realizar “a la perfección” una prueba de una bomba de este tipo. El “anuncio especial” fue hecho por Ri Chun Hui, presentadora de KCTV, la cadena de televisión estatal norcoreana, y llegó después de que el propio gobernante de Corea del Norte, Kim Jong-un, dijera hace unas semanas que su país cuenta con una bomba de este tipo.
Según el anuncio, la prueba subterránea de la bomba se realizó a las 10.00 (hora local) en una ciudad del norte del país. En ese momento el Servicio Geológico de Estados Unidos detectaba que allí Corea del Norte ocurría lo que parecía un terremoto de magnitud 5,1 en la escala de Richter. Las bombas atómicas suelen generar movimientos similares a los sismos en las placas tectónicas, por lo que ese movimiento fue interpretado por algunos como una confirmación del anuncio de Pyongyang.
La bomba de hidrógeno es considerada el arma más poderosa del mundo: es unas 3.000 veces más poderosa que la bomba atómica que lanzó Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y podría causar una destrucción total a unos 30 kilómetros a la redonda, informó BBC. Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia cuentan con bombas de hidrógeno, India dijo haber probado una en 1998 y se cree que Israel también la tiene.
El proceso para obtener una bomba de hidrógeno es mucho más complejo que el de una nuclear, y éste es uno de los puntos por los cuales las decenas de analistas consultados por medios de todo el mundo se permiten dudar de que Corea del Norte cuente con una bomba de este tipo.
Otro dato que ha generado desconfianza acerca del anuncio es que el movimiento detectado en la zona fue de 5,1 grados, igual al detectado en febrero de 2013, cuando Corea del Norte probó una bomba nuclear. Si fuera una bomba de hidrógeno, dijeron los expertos, se debería haber generado un sismo de 7 grados o más.
Sin embargo, los especialistas consultados por medios de todo el mundo también señalaron que no cuentan con información independiente para poder juzgar con certeza la veracidad de la información norcoreana. Casi todos los anuncios de Corea del Norte de que hizo pruebas con armas nucleares son mirados con escepticismo, pero varios de ellos han sido incorporados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como violaciones al Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
En todo caso, cualquier prueba con una bomba de estas magnitudes es una demostración de que Kim realmente ha continuado a pleno con los avances del programa nuclear de Corea del Norte, que se impulsa bajo el argumento de que el país debe protegerse de Estados Unidos y de Corea del Sur, un Estado con el que oficialmente todavía está en guerra. Además, también existen sospechas de que Corea del Norte está avanzando en la miniaturización de las bombas, lo que le permitiría insertarlas en un misil y atacar con mayor alcance, de modo tal que pueda llegar, por ejemplo, a Estados Unidos.
Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, informó ayer que Estados Unidos no cambiará su evaluación sobre el riesgo que representan las “capacidades” nucleares de Corea del Norte a raíz de este evento. Dijo que el “análisis inicial” hecho por las agencias de inteligencia estadounidenses “no es consistente” con una prueba exitosa de una bomba de hidrógeno en ese país.
Ayer decenas de países, desde Brasil a Kazajistán, emitieron comunicados en los que condenaron la prueba norcoreana. Incluso el gobierno chino, el principal aliado de Corea del Norte, dijo en un comunicado que se opone “firmemente” a esta prueba, que se realizó “a pesar de la oposición de la comunidad internacional”.
Además, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció que tomaría “medidas adicionales” contra Corea del Norte por la prueba, que representa una “clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad” referentes a ese país.