En estos días los diarios argentinos reviven la muerte de Nisman y retoman algunas dudas que permanecen desde entonces, así como ciertos datos que ya fueron confirmados. Ayer Clarín informó que la ex secretaria del fiscal Soledad Castro confirmó que Nisman volvió antes de sus vacaciones porque “tenía información” de que la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, designada durante el gobierno de Cristina Fernández, iba a removerlo, intervenir la Unidad AMIA o nombrarle un fiscal adjunto. La figura de Gils Carbó es resistida por el gobierno de Mauricio Macri, que aspira a designar un nuevo procurador general.

Por su parte, La Nación informó que un empleado de la Dirección General de Aduanas fue procesado por violación de sistemas de confidencialidad y seguridad de datos personales por haber difundido las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del Aeropuerto de Ezeiza cuando Nisman volvió al país.

A su vez, Página 12 publicó una columna de Leopoldo Moreau, del Movimiento Nacional Alfonsinista, titulada “Cómo llegó al suicidio Nisman”. Su autor afirma que la causa Nisman será reimpulsada ahora para “instalar el supuesto asesinato del ex fiscal” y adjudicarle a Fernández la autoría intelectual. Nisman murió durante el fin de semana anterior a que presentara ante el Congreso su denuncia contra la entonces presidenta argentina por un supuesto encubrimiento a responsables del atentado contra la AMIA.

En las muchas notas periodísticas dedicadas al tema continúan vigentes las dos hipótesis sobre la muerte de Nisman: la del suicidio -por motivos personales o inducido-, que cuenta con el respaldo de numerosos peritos que trabajaron con la Fiscalía, y la del asesinato, defendida por la ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y expertos que apoyan su presentación ante la Justicia.

En todo caso, los avances concretos en la causa han sido pocos. La fiscal Fein fue separada del caso en diciembre, una semana después de que Macri asumiera la presidencia argentina, por decisión de la jueza Palmaghini, que argumentó que había una “paralización” de la investigación. Consultada por las demoras, la fiscal dijo en varias ocasiones que Arroyo Salgado, querellante en la causa en representación de las dos hijas de ambos, entorpecía los avances presentando recursos legales contra las distintas actuaciones judiciales.

Palmaghini se puso al frente de la investigación y dispuso varias medidas. Pidió que el ex agente de inteligencia Antonio Stiuso volviera a declarar, así como otros supuestos ex agentes, y que lo hiciera también, por primera vez, el periodista de Buenos Aires Herald Damián Pachter, que dio la primicia sobre la muerte del fiscal y después dejó el país diciendo que su vida corría peligro. También llamó a declarar a dos de los policías que formaban parte de la custodia de Nisman y que el 18 de enero de 2015 estuvieron varias horas sin verlo.

Ante la convocatoria a declarar de Stiuso y otras personas que han sido identificadas como agentes, aunque sus identidades todavía no fueron verificadas, las nuevas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia los liberaron del secreto que la ley les obliga a mantener acerca de sus tareas.

Palmaghini también dispuso medidas para avanzar sobre una pista que obtuvieron en octubre los técnicos informáticos de la Fiscalía. Se supone que la computadora de Nisman tenía instalado un virus mediante el cual se espiaba al fiscal. Los informáticos encontraron la dirección IP desde la que se realizaba el espionaje y luego ésta fue vinculada con una dirección física en Argentina.

La jueza también pidió que se investigue qué pasó entre el momento en que se abrió el apartamento de Nisman, después de su muerte, y la llegada de Fein: quiénes estuvieron, qué comunicaciones telefónicas establecieron y qué hicieron. Todas las acciones judiciales ordenadas por la jueza en diciembre se cumplirán a partir de los primeros días de febrero.

“En un mes la causa dio un vuelco de 180 grados porque la jueza la redireccionó y la contextualizó, y da toda la sensación que está investigando el homicidio del fiscal Nisman, a diferencia de lo que hacía la Fiscalía, que investigaba el suicidio de Nisman”, dijo el abogado de la querella, Manuel Romero Victorica, a Clarín.

Por su parte, Macri, que el domingo recibió a las dos hijas del fiscal, ordenó que toda la información que tiene el gobierno sobre el fiscal o la causa AMIA sea desclasificada y enviada a Palmaghini. Su vicepresidenta, GabrielaMichetti, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, participaron ayer en un acto de homenaje a Nisman en el que se reclamaba que se esclareciera su muerte.