La captura de Martín Lanatta, uno de los tres presos que se escaparon del penal de General Alvear, fue una buena noticia para el gobierno de Mauricio Macri, pero no la que el presidente argentino esperaba. El caso acapara la atención en su país y existen versiones de que Lanatta, su hermano Cristian y Víctor Schillaci, todos ellos condenados por un homicidio triple vinculado con el narcotráfico, cuentan con apoyo en ámbitos políticos, de las fuerzas de seguridad o del crimen organizado que les permitieron escapar.

Según el primer anuncio que hicieron las autoridades el sábado, los tres habían sido detenidos. Lo celebraron en Twitter varios integrantes del gobierno, incluso el presidente. “Felicito a todo el equipo y a las fuerzas de seguridad por la captura de los prófugos”, escribió Macri.

“Aquí detuvimos sólo a Martín Lanatta”, aclaró horas más tarde el jefe de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau, según citó Página 12. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que el gobierno va a investigar la información falsa que les llegó, que pudo tener como objetivo desviar a las autoridades “del foco” y “darles tiempo para alejarse” a los otros prófugos. Se refirió a las “ramificaciones que tiene el delito en las estructuras políticas y judiciales”, que ahora “intentan sobrevivir”. A su vez, Macri dijo que “los sectores mafiosos de la provincia de Buenos Aires están preocupados” porque el nuevo gobierno “cortó la corrupción y la caja”. Sin embargo, consideró que “lo de estos tres tipos tiene que ver con que se sintieron más inseguros adentro que afuera, y gatillando poca plata ellos lograron salir”.

Por su parte, el ex jefe de Gabinete kirchnerista Aníbal Fernández, a quien en plena campaña electoral Lanatta acusó de estar involucrado en el triple crimen, pidió ayer: “Que lo custodien como corresponde que queremos conocer los términos del arreglo de la fuga con urgencia”.

Pese a todas las sospechas, Lanatta fue detenido cuando caminaba solo. Estaba herido porque la camioneta en la que viajaba con los demás había volcado en un terreno difícil de transitar.