Palin volvió a la acción después de un largo período de ausencia en la arena política y, dadas las similitudes que la acercan a Trump, no podría haber elegido un mejor regreso. La ex candidata, que fue gobernadora del estado de Alaska, se presentó en 2008 como compañera de fórmula del candidato republicano a la presidencia John McCain, y después de la derrota electoral ante Barack Obama su presencia pública disminuyó. Pero el martes en Iowa -el estado en el que los republicanos harán la primera consulta popular para elegir a su candidato- oficializó su apoyo a Trump.

“Vinimos desde Alaska para dar nuestro apoyo al próximo presidente de Estados Unidos: Donald Trump”, comenzó Palin. “Señor Trump, mire ahí atrás en la zona de la prensa, están desorientados. La prensa está confusa. Esto va a ser muy divertido”, agregó la ex gobernadora, fiel a su estilo informal.

En 2008, muchos seguidores de McCain culparon a Palin de la derrota, sobre todo por el desconocimiento que mostró sobre asuntos internacionales y de política en general, que se hizo evidente en casi todas las entrevistas que brindó. Sin embargo, Palin todavía tiene un apoyo fuerte, en particular en círculos ultraconservadores en los que Trump todavía no logró penetrar y que hasta ahora tenían como favorito al senador Cruz.

No sólo por eso la dupla se complementa: él desató polémicas por sus declaraciones en contra de los inmigrantes latinos y ella, en su momento, por sus posturas en contra de la legalización del aborto y del matrimonio homosexual. Pero además del discurso conservador que a grandes rasgos comparten, Palin y Trump son excéntricos, mediáticos y también polémicos.

“¿Están listos para volver a hacer grande a Estados Unidos?”, preguntó Palin al público presente en Iowa, haciendo referencia al eslogan de la campaña de Trump, que predica: “Vamos a hacer a Estados Unidos grande otra vez”. Y agregó: “¿Están listos para un comandante en jefe que dejará que nuestros soldados hagan su trabajo y le den una patada en el culo a Estado Islámico?”.

El candidato presidencial, por su parte, dijo que se sentía “orgulloso” y “honrado” por el apoyo de la ex gobernadora de Alaska. “Es una amiga y una persona de gran calidad, a quien tengo un enorme respeto”, afirmó. El año pasado, Trump dijo en más de una ocasión que le gustaría tener a Palin en un posible gobierno, y ella confesó que estaría dispuesta a servir como “secretaria de Energía” en caso de que él ganara. Los medios estadounidenses recuerdan que Palin también había alimentado los rumores en una pequeña intervención que tuvo en un programa humorístico de televisión, en el que, bromeando, preguntó: “¿Qué pasaría si me postulara a la presidencia y eligiera a Donald Trump como compañero de fórmula?”.

La irrupción de Palin en la campaña electoral llega a menos de dos semanas de que el estado de Iowa decida a qué republicano prefiere para competir por la presidencia, y con Ted Cruz muy cerca de Trump en las encuestas. Éste no es un dato menor, ya que Palin apoyó a Cruz para el Senado en 2012, lo que hacía pensar que renovaría su respaldo en la carrera de éste hacia la Casa Blanca. Con Palin, Trump se aseguró una parte del electorado que, si antes elegía a Cruz, ahora podría respaldar a la ultraconservadora. Ante este anuncio, Cruz no mostró rencores y dijo en su cuenta de Twitter que “haga lo que haga en 2016”, siempre será “un gran fan” de Palin. Recordó además que sin el “respaldo” de ella hoy “no estaría en el Senado”.

A pesar de los errores que cometió durante la campaña de 2008 con McCain, Palin tiene un alto número de victorias en su historial. Además de haber sido gobernadora de Alaska tuvo una exitosa gestión como alcaldesa de Wasilla (Alaska) y trabajó en la Comisión de Petróleo y Gas de Alaska, cargo al que renunció después de denunciar la “falta de ética” de varios compañeros. Como periodista y licenciada en Ciencia Política, Palin ayudó en las campañas de varios candidatos republicanos en 2010, año en el que el movimiento Tea Party se convirtió en una importante fuerza de la derecha conservadora en el Congreso, y fue una firme opositora a las medidas del gobierno de Obama. En 2012 tuvo un rol fundamental en la victoria de Cruz en el Senado como representante de Texas, tal como él mismo reconoció.