Desde el primer día, la instalación de la nueva Asamblea Nacional, el parlamento venezolano, agregó motivos de conflicto entre oficialismo y oposición. El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) presentó ayer tres solicitudes ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por lo que considera una irregularidad cometida por la oposición. Lo hizo después de que el miércoles los tres diputados opositores electos por el estado de Amazonas asumieran sus cargos, pese a que el TSJ había ordenado que no podían ocupar sus bancas hasta que se investigaran denuncias de irregularidades electorales en ese estado.
El PSUV solicitó que el TSJ declare nulas las decisiones que adopte la Asamblea Nacional con su actual composición y que prohíba al Ejecutivo la publicación en el diario oficial de cualquier ley aprobada por el Legislativo.
En la sesión del miércoles, además, la Asamblea Nacional aprobó con los votos opositores que se investigue la decisión que tomó ese órgano legislativo -cuando todavía el chavismo era mayoría- de designar a 12 magistrados para distintos tribunales judiciales, y que eventualmente sea derogada. La tercera solicitud del PSUV ante el TSJ fue la de que anule este proyecto de investigación.
El diputado del PSUV Pedro Carreño dijo que el nuevo Legislativo se coloca “al margen de la Constitución”, lo que va a obligar a los demás poderes a “desconocer a la Asamblea Nacional”. Por su parte, el presidente del parlamento unicameral, el opositor Henry Ramos Allup, dijo que las decisiones de la Asamblea Nacional no deben pasar “por el tamiz de ningún otro poder”, porque sus integrantes son elegidos por votación directa.
Otra decisión de la nueva Asamblea Nacional que generó indignación en el chavismo, aunque no llegó a la Justicia, fue que la oposición retiró del recinto las imágenes del ex presidente Hugo Chávez y de Simón Bolívar. Un video divulgado en distintos medios muestra el momento en el que se retiran las imágenes y a Ramos Allup cuando dice que se las lleven para para Miraflores, la sede del gobierno, o se las den “al aseo”.
Según argumentó Ramos Allup, las imágenes de Chávez y otras del actual presidente, Nicolás Maduro, atentaban contra la independencia del Poder Legislativo. En cuanto a las de Bolívar, dijo que fueron retiradas sólo las que representan su rostro tal como lo mostró un estudio ordenado por Chávez -y cuestionado por la oposición- para determinar mediante la forma de sus huesos cómo se veía en vida.
Como respuesta, el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, uno de los principales dirigentes del PSUV, anunció: “He dado la orden de que en las próximas horas en todas las calles de Caracas, en todos los postes, en las vallas, esté la imagen de nuestro libertador Bolívar y esté la imagen de nuestro padre Chávez”.
Ayer Maduro dijo que lo que ocurrió en la sede de la Asamblea Nacional “es la peor burla, el peor ultraje que se ha cometido en los últimos 200 años a la memoria de Bolívar”.