La economía rusa se contrajo 3,7% en 2015, lo que significó la mayor caída de su producción en seis años. La principal causa es la baja internacional del precio del petróleo, cuya exportación supone la mitad de los ingresos del país. A este factor se suman los conflictos geopolíticos, las sanciones por su papel en la crisis en Ucrania, la intervención en Siria y la depreciación del rublo.
A partir de la publicación del dato negativo, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, destacó que la caída del precio del crudo “genera importantes riesgos para el presupuesto” estatal, y en una reunión con los miembros de su gabinete pidió a cada uno de los ministerios que presenten un plan anticrisis que detalle los recortes presupuestarios a realizar y la estrategia a seguir en los próximos meses. “Se trata de superar la crisis, crear las condiciones para tomar la trayectoria de un crecimiento sostenido y conservar, en la medida de lo posible, el bienestar de la gente que ya se ha alcanzado”, dijo.
Según medios de prensa europeos, el presupuesto público ruso para 2016 fue concebido a partir de un precio del barril de petróleo Brent de 50 dólares. Su valor actual, en torno a los 30 dólares, obliga al gobierno de ese país a revisar su presupuesto, ya que éste se alimenta en buena medida de los ingresos procedentes de la exportación de hidrocarburos. Para Medvedev, las prioridades son claras: “Hay que concentrar los recursos públicos en los sectores con un alto potencial para influir en la economía en su conjunto, y en aquéllos dirigidos a sustituir las importaciones”.
Por su parte, el ministro ruso de Desarrollo Económico, Alexey Ulyukayev, expresó su confianza en que el precio del petróleo “tiene potencial de recuperación” dado el crecimiento de la economía global, lo que permitirá que el precio medio por barril en 2016 sea superior a los 30 dólares.
De todas maneras, y de acuerdo con varios analistas, la recesión en Rusia -que dura más de un año y medio- continuará en 2016 si el precio del barril del petróleo Brent se vende por debajo de los 50 dólares. Las últimas previsiones gubernamentales actualizadas para este año señalan que el Producto Interno Bruto del país disminuirá 0,8% en 2016, coincidiendo con las estimaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.