Después de asumir la presidencia de la Asamblea Nacional, Ramos Allup dijo que el órgano legislativo no se convertirá en una “trinchera para disparar a mansalva contra otros poderes”, pero que sí se dedicará a controlar el “indebidamente constituido” Poder Judicial, que está “al servicio del Ejecutivo”, incluidos la Fiscalía y el Poder Electoral.
En la instalación de la nueva Asamblea Nacional, la MUD intentó incumplir una orden que provenía, justamente, del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Este órgano había ordenado que no asumieran sus bancas los cuatro diputados electos por el estado de Amazonas (tres opositores y un oficialista) mientras se investigan las denuncias del gobierno de que hubo irregularidades en las elecciones en ese estado. La postura de la MUD generó tensión, al punto de que el ex juez electoral Luis Martínez Hernández pidió a la oposición que no desacatara el fallo del TSJ, porque ése sería un paso “demasiado grave”, que permitiría la anulación de todas las decisiones de la Asamblea Nacional, en la medida en que cuatro de sus diputados no cuentan con una habilitación plena para ocupar sus bancas.
La MUD no respondió a estas advertencias, pero llegado el momento, la comisión parlamentaria que revisaba las credenciales de los futuros diputados antes de que asumieran recibió las de 109 de los 112 diputados opositores electos y 54 de los 55 oficialistas. Así, la MUD se mantiene como la fuerza mayoritaria pero no cuenta con los dos tercios de la cámara, que le permitirían, entre otras cosas, designar o remover a magistrados del Consejo Nacional Electoral e impulsar reformas constitucionales.
Ayer Ramos Allup dijo que para la oposición en la Asamblea Nacional son “compromisos no transables” el cese del gobierno de Nicolás Maduro antes de 2019 y la aprobación de una Ley de Amnistía para liberar a los “presos políticos”, en referencia a dirigentes opositores condenados por la Justicia. Acerca de la destitución del presidente, Ramos Allup dijo que en julio la MUD decidirá la “salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la cesación de este gobierno”, y recordó que las opciones son el referéndum revocatorio, la enmienda constitucional o el establecimiento de una Asamblea Constituyente.
Además, instó a los diputados opositores a cuestionar a los ministros, a los que pueden destituir mediante interpelaciones. También dijo que a Maduro, que en los próximos días irá a la Asamblea Nacional a dar su discurso anual, le pedirá un diálogo entre gobierno y oposición que sea público y cuyos contenidos se conozcan previamente.
Después de su discurso, Ramos Allup dio la palabra a otro diputado opositor y esto generó la protesta del oficialismo. El ex presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello dijo que en una sesión de instalación no se puede dar la palabra a nadie, salvo al presidente. El chavismo protestó dentro del hemiciclo y después se retiró de la sesión, que fue convocada nuevamente para hoy por Ramos Allup.
Otros ámbitos
El lunes tuvo su segunda sesión el Parlamento Comunal Nacional de Venezuela, cuya instalación fue señalada por la oposición como un intento de restar poder a la Asamblea Nacional. Este parlamento fue creado por la Ley de Comunas, aprobada en 2010, pero su instalación se anunció recién en diciembre, nueve días después de que las elecciones legislativas dieran a la oposición la mayoría en la Asamblea Nacional.
Según la ley que lo creó, cada comuna tiene tres representantes en el Parlamento Comunal: uno del consejo comunal, otro de sus organizaciones socioproductivas y un tercero de los bancos que funcionan allí. Este parlamento tiene potestades sobre la gestión y el ordenamiento territorial de las comunas, entre otras cosas. En sus primeras sesiones, se ha concentrado en impulsar la creación de su propio reglamento y de mecanismos para que los ciudadanos puedan acceder a ese ámbito.
Entre sus competencias se encuentra la de “aprobar los planes de desarrollo comunales”, explicó el lunes la ministra de las Comunas, Isis Ochoa. Aseguró que este órgano no va a sustituir a la Asamblea Nacional, sino a “generar instrumentos que reconozcan y visibilicen el poder popular y sus proyectos”, para que “sean reconocidos por la Asamblea Nacional y tenidos en cuenta”, informó la agencia de noticias Efe.
Ochoa reconoció que “algunas” de las 1.400 comunas en las que está dividida Venezuela todavía están en proceso de organizarse, y dijo que la instalación del Parlamento Comunal es “un ejercicio de gobierno popular, de una nueva cultura política cimentada en un proceso democrático de refundación de la República” centrada en las comunas.