Ayer comenzó la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la cual se presentaron los presidentes de los 33 países integrantes del organismo, excepto el argentino Mauricio Macri, quien anunció que no asistiría por una lesión en una costilla, que, sin embargo, no le impidió viajar al Foro Económico Mundial de Davos. El mandatario hizo este anuncio después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijera que iba al encuentro en Quito “con todo” para enfrentarlos a él y a los gobiernos “de derecha”. El argentino ha sido criticado por integrantes del gobierno venezolano desde que en diciembre, en la cumbre del Mercosur, pidió que se liberara a los “presos políticos” de Venezuela.

Para abrir el encuentro ayer, cada presidente dijo unas palabras, turno que Maduro aprovechó para pedir a Argentina que no se involucre en “los asuntos internos del Estado venezolano”. La vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, respondió cuando le tocó hablar; dijo que “es necesario superar algunas prácticas de gobierno contrarias a la defensa de los derechos humanos”.

Por otra parte, Maduro propuso que la Celac dedique este año a “hacer un plan táctico” para enfrentar las crisis económicas de los países de la región, sin ahondar en detalles acerca de en qué consistiría ese plan táctico o qué aplicación tendría.

Después del cruce de declaraciones entre Maduro y Michetti, vino el turno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien anunció que la Organización de Naciones Unidas elegirá a integrantes de la Celac para que participen en la comisión que se creará para verificar el desarme de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Además, Santos dijo que los 33 países de la Celac le han manifestado su respaldo a las negociaciones de paz que, según los plazos establecidos por el gobierno y las FARC, estarían terminando en marzo.

El tema de las conversaciones de paz no estaba en la agenda de la Celac, pero fue mencionado por el presidente anfitrión, Rafael Correa, quien aseguró que, después de su presidencia protémpore, Ecuador va a “entregar” a la Celac “con toda la capacidad” para “apoyar la verificación del acuerdo de cese al fuego y dejación de armas en Colombia”.

Correa también dijo que a mediano plazo la Celac debe convertirse en un “organismo latinoamericano y caribeño capaz de defender los intereses soberanos de sus miembros”. Agregó que esto no se pudo lograr dentro de la Organización de los Estados Americanos.