Duarte dijo que “Veracruz no necesita un gobernador de medio tiempo sino de tiempo completo”, y que él no puede serlo mientras tenga que responder ante la Justicia por las acusaciones en su contra. También afirmó que “el único” que ha presentado denuncias en su contra es el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes.
En las elecciones municipales del 5 de junio, Yunes fue candidato de los opositores Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió las elecciones, lo que se interpretó como un voto castigo a Duarte y a su organización política, que gobernaba desde hacía 82 años, por la violencia y los escándalos de corrupción que atraviesa ese estado. Durante la campaña Yunes denunció a Duarte y otros funcionarios por lavado de dinero y evasión fiscal. La denuncia fue aceptada por la Procuraduría General, que lo acusó de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal.
Después de la salida de Duarte, Yunes dijo que le pidió una vez más al presidente Enrique Peña Nieto que intervenga de forma “urgente” en el estado, debido a la situación financiera y de inseguridad. Agregó que es “imposible” pagar lo que Veracruz les debe a sus trabajadores sin ayuda del gobierno nacional, y acusó a Duarte y a “toda su banda” de llevar a Veracruz a la quiebra al “enriquecerse de manera ilícita”.
Las acusaciones del gobernador electo, respaldadas por investigaciones periodísticas del medio digital Animal Político, refieren a la utilización de empresas fantasma para desviar fondos del Estado.
Un grupo de 20 alcaldes presentó otra denuncia ayer porque Duarte no transfirió los fondos que corresponden a los municipios que ellos gobiernan.
Todos los partidos, incluso el PRI, que desafilió a Duarte a fines de setiembre, pidieron que su salida del cargo no implique que escape de las acusaciones en su contra. El presidente del PAN, Ricardo Anaya, pidió además que las autoridades se aseguren de que Duarte no se fugue y lo acusó de haber convertido a Veracruz en un estado peligroso, en particular para los periodistas y los jóvenes.
Yunes también ha acusado a Duarte de proteger a los responsables de la seguridad en el estado, los cuales, dice, están involucrados con el narcotráfico y la violencia en el estado. Durante el gobierno de Duarte fueron asesinados 17 periodistas veracruceños y cinco desaparecieron. Noé Zavaleta es el último de una lista de varios periodistas que han dejado el estado por recibir amenazas después de presentar investigaciones contra Duarte, en este caso en el libro El infierno de Javier Duarte. Crónica de un gobierno fatídico.
Además, las desapariciones de jóvenes son habituales, aunque no existe una cifra oficial. A comienzos de esta semana se encontraron, descuartizados, los cuerpos de tres estudiantes universitarios de entre 22 y 24 años. Mientras se desarrollaban protestas por estas muertes, fueron encontrados los cuerpos de otros seis jóvenes. Según datos oficiales, durante el gobierno de Duarte (2010-2016) se registraron los índices más altos de asesinatos, y sólo en julio hubo 132 muertes violentas.