“¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”, era la pregunta que respondían ayer los votantes en Colombia. La mayoría de ellos contestaron que no, echando por tierra el acuerdo que negociaron en La Habana desde 2012 las delegaciones que representaron a la guerrilla y al gobierno. Según los datos oficiales, el No superó al Sí por más de 56.500 votos en una jornada electoral en la que se emitieron casi 13 millones de sufragios, una participación de 37,4%.

El resultado, inesperado si se atendía a las previsiones de las encuestas, generó una lluvia de reacciones. La coalición Unidad Nacional, que llevó a Santos dos veces a la presidencia, anunció que seguirá acompañando al gobernante en su búsqueda de la paz, mientras decenas de colombianos salían a las veredas de sus casas o se dirigían a las plazas o a la residencia presidencial, la Casa de Nariño, para pedir que pese al resultado de la votación haya un acuerdo de paz. Lo mismo manifestaron partidos y líderes de izquierda en las redes sociales. Incluso la segunda guerrilla colombiana, el Ejército de Liberación Nacional, tuiteó: “A pesar de los resultados adversos para los acuerdos de La Habana, los colombianos debemos continuar luchando por la paz con transformaciones”.

Quienes celebraban la victoria del No también se manifestaron a favor de un acuerdo, pero de uno muy distinto al que se alcanzó. El ex procurador general Alejandro Ordóñez manifestó: “El voto de hoy no es la guerra, es una oportunidad para la paz”. Pidió que se retomen las negociaciones teniendo en cuenta que los colombianos quieren “un acuerdo con justicia”. El único partido político que hizo campaña por el No fue el Centro Democrático, cuyo líder, el ex presidente Álvaro Uribe, dijo al votar: “La paz es ilusionante, los textos de La Habana, decepcionantes”. Él y otros referentes del partido han criticado el pacto de paz porque consideran que debería haber penas de prisión para muchos de los integrantes de las FARC, una condición que la guerrilla no estaba dispuesta a aceptar. El Centro Democrático criticaba, además, que se destinaran recursos a brindarles apoyo económico a los guerrilleros desmovilizados y consideraba el acuerdo como una victoria del “terrorismo” y el “castro-chavismo”.

La negativa de los colombianos se aplica exclusivamente a este convenio, por lo cual Santos puede negociar otro texto, según estableció la Corte Constitucional al aprobar el proceso. Además, el fallo judicial establece que el resultado del plebiscito es vinculante para el presidente, pero no menciona al congreso, que podría implementar una parte del acuerdo, una posibilidad que todavía no se ha manejado.

En los últimos días antes de la votación, referentes del gobierno advirtieron que si el No ganaba, se volvería al conflicto, e incluso Santos llegó a decir que las FARC estaban preparadas para convertirse en una guerrilla urbana, lo que las haría todavía más peligrosas. Sin embargo, el discurso que dio Santos después de que se conociera el resultado del plebiscito fue muy distinto. “El cese el fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo, sigue y seguirá vigente”, dijo antes de anunciar que había ordenado al jefe de la delegación de negociadores del gobierno, Humberto de la Calle, y al alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, que hoy mismo viajaran a La Habana. En la capital cubana están los líderes de las FARC y se espera que a lo largo del día de hoy haya reuniones entre las partes.

“Escucho a los que dijeron No y a los que dijeron Sí. Todos quieren la paz, así lo han dicho expresamente”, dijo Santos. “Mañana mismo convocaré a todas las fuerzas políticas, en particular a las que se manifestaron hoy por el No, para escucharlas, para abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir”, agregó. Esta no es la primera vez que Santos hace esta invitación, dirigida en particular al Centro Democrático; en otras ocasiones el partido de Uribe se excusó de asistir a los encuentros, pero todavía no se pronunció ante esta nueva convocatoria. El mandatario dijo que se tendrá al tanto de estas conversaciones a los líderes de las FARC a través de De la Calle y Jaramillo. También afirmó que buscará la paz hasta el “último minuto” de su mandato y que está “convencido” de que los colombianos van a conseguirla.

Desde La Habana habló Londoño, el máximo jefe de las FARC, quien leyó un comunicado que horas después sería publicado en la página web de las FARC. “Con el resultado de hoy sabemos que nuestro reto como movimiento político es todavía más grande y nos requiere más fuertes para construir la paz estable y duradera”, dijo Timochenko, antes de agregar que las FARC “mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición a usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro”. Para concluir, el líder guerrillero añadió: “Al pueblo colombiano que sueña con la paz: que cuente con nosotros. La paz triunfará”.