El grupo de los BRICS celebró ayer su octava cumbre, marcada por las sanciones de Estados Unidos contra Rusia y por el cambio de gobierno en Brasil. El presidente brasileño, Michel Temer, aprovechó la oportunidad para trasladar a sus pares de Rusia, India, China y Sudáfrica su “optimismo” ante una eventual mejora de la economía brasileña. Temer recordó que su gobierno se propone “promover reformas que devuelvan el crecimiento [económico] y el empleo”. Además, utilizó el encuentro en India para invitar a Brasil a los inversores del grupo.

En su declaración final, los BRICS destacaron que “la recuperación de la economía está progresando”, aunque advirtieron que “el crecimiento es más débil de lo esperado”. Además, condenaron “los recientes ataques contra algunos países” del grupo, en una referencia al ataque que en setiembre, según denunció India, cometió Pakistán en la Cachemira india.

En la declaración final también se hizo hincapié, nuevamente, en la necesidad de avanzar hacia organismos multipolares, para lo cual se instó al Fondo Monetario Internacional y a la Organización Mundial de Comercio a ampliar la representación de los países en desarrollo. Por otra parte, el texto condena “las intervenciones militares unilaterales y las sanciones económicas” que se impulsan “en violación del derecho internacional”, en una referencia a las sanciones económicas que ha impulsado Estados Unidos contra Rusia por su actuación en Ucrania y las que amenaza con promover por su papel en Siria.