El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió a Estados Unidos y Rusia que retomen las negociaciones para lograr un alto el fuego en Siria, que fueron suspendidas el lunes por Washington debido a los ataques de los gobiernos sirio y ruso sobre la ciudad de Alepo, tomada por la oposición. Insistió en que la salida al conflicto no es militar sino negociada, y agregó: “Las partes [sirias] tienen la obligación de poner fin a los ataques, pero los países con influencia [sobre ellas] también son responsables de hacerlo”.
La decisión de Estados Unidos fue respondida ayer por varias vías en Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que su país no renunciará a sus acciones contra el terrorismo ni a apoyar al Ejército sirio por el fin de las negociaciones con Estados Unidos, aunque manifestó el deseo del gobierno de Vladimir Putin de que esas conversaciones sean retomadas. Por su parte, el canciller ruso, Sergei Lavrov, lamento la decisión de Estados Unidos y la atribuyó a personas “partidarias de recurrir a la fuerza”. Lavrov dijo que desde el inicio “muchas personas deseaban destruir estos acuerdos, incluso dentro de la administración estadounidense”. Además, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, acusó a Washington de estar protegiendo al Frente al Nusra, rama de Al Qaeda en Siria, como si este grupo fuera parte de la oposición política armada al gobierno de Bashar al Assad.
Acerca de la ofensiva de rusos y sirios en Alepo, Lavrov dijo que la preocupación internacional debería dirigirse “también” a otros países que están participando en el enfrentamiento y que “siguen reforzando a terroristas”, en referencia a las milicias opositoras sirias.
Ayer el responsable de derechos humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein, advirtió a las autoridades de Rusia que si los ataques sobre Alepo se llevan adelante sobre objetivos civiles puede ser acusada ante la Corte Penal Internacional.
El cruce de declaraciones entre Rusia y Estados Unidos continuó por parte del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien dijo que Siria y Rusia “parecen haber renunciado a la diplomacia y tratan de lograr una victoria militar” en Alepo.