Al gobierno de Michel Temer se lo ha criticado, entre otros motivos, por su escasa preocupación por los sectores más pobres de Brasil. La oposición sostiene que destruirá los programas sociales impulsados por el Partido de los Trabajadores en los últimos 13 años. En este contexto, Temer presentó el miércoles un programa social propio, Niño Feliz, cuya responsable será su esposa, Marcela.

El programa consiste en un sistema de visitas periódicas de especialistas médicos a los hogares de los niños de hasta 1.000 días -casi tres años- para buscar mejorar su atención en salud. Por ejemplo, un dentista les enseñará a los padres cómo lavarles los dientes a sus hijos y un nutricionista buscará que el niño tenga una buena alimentación para evitar el sobrepeso.

Si bien el programa estará bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social y Agrario, su aplicación dependerá de que los municipios se adhieran a él. El gobierno de Temer aspira a que 95 de los 5.570 municipios brasileños lo soliciten para atender a unos cuatro millones de niños antes de que termine su mandato, en diciembre de 2018.

En la tradición de las primeras damas dedicadas a tareas sociales, Marcela Temer, de 33 años, contará ahora con una oficina en el Palacio de Planalto para coordinar el programa. “Estoy feliz de colaborar con causas sociales”, dijo.