Las calles de Puerto Príncipe, la capital de Haití, volvieron a ser escenario de movilizaciones ciudadanas después de las elecciones del domingo. Aunque se prevé que los resultados oficiales recién se conozcan a principios de la semana que viene, el lunes el Partido Haitiano Tèt Kale (PHTK) afirmó que su candidato, Jovenel Moïse, se convertirá en el próximo presidente del país. Moïse fue quien se impuso en los comicios celebrados en octubre de 2015, que fueron anulados por denuncias de fraude y otras irregularidades.

El anuncio del PHTK provocó que los seguidores de Maryse Narcisse, la candidata del partido Fanmi Lavalas, salieran a la calle para reivindicar el triunfo de su líder. Los manifestantes denunciaron el lunes un “golpe de Estado electoral” y un “complot” contra Narcisse y a favor de Moïse, según informó el diario haitiano Le Nouvelliste. El martes, los partidarios de Narcisse volvieron a protestar: esta vez, con cantos amenazantes y carteles en los que decían que harían una “revolución” si su candidata no ganaba las elecciones.

Ese día, la Policía haitiana utilizó gases lacrimógenos para dispersar la protesta, que no logró llegar a la sede presidencial como estaba planeado. Al final del día, un dirigente de Fanmi Lavalas, Leslie Voltaire, dijo a los medios haitianos que su partido triunfó en las elecciones. Ayer, Joël Vorbe, uno de los miembros del comité ejecutivo de ese partido, exhortó a los manifestantes a que no se dejen intimidar por las “presiones de los adversarios” y que continúen “movilizados”, en defensa del “voto popular”. El Consejo Electoral Provisional (CEP), por su parte, pidió a la población que no haga caso a los mensajes que difunden algunos partidos, ya que sólo los resultados de las elecciones definirán el futuro del país.

El día de los comicios, el CEP había pedido a los haitianos que esperaran los resultados en calma y de manera pacífica. Ayer, la autoridad electoral advirtió que sancionará a los candidatos que se declaren ganadores sin esperar la publicación de los resultados, y a cualquier aspirante o partido que organice manifestaciones durante el mismo período. Quienes no respeten estas normas, que forman parte del decreto electoral de Haití, podrían incluso ser expulsados del proceso, señaló el CEP. No está claro si las autoridades tomarán acciones por los hechos ocurridos desde el lunes. Los otros candidatos que tienen oportunidades de quedarse con la presidencia, además de Narcisse y Moïse, son Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana -quien logró el segundo lugar en las elecciones del año pasado- y Jean-Charles Moïse, de la izquierdista plataforma Pitit Dessalines, que en 2015 quedó en la tercera posición. Por el momento, y desde febrero, Haití está en manos de un gobierno interino, liderado por Jocelerme Privert.