Paul Nuttall es el nuevo presidente del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP), después de vencer a otros dos candidatos: la vicepresidenta de esa organización política, Suzanne Evans, y el ex soldado John Rees, representante del sector más ultraderechista del partido. Nuttall obtuvo 62,6% de los votos para sustituir a Diane James, que presidió el partido durante apenas 18 días, tras los cuales renunció diciendo que no contaba con el respaldo necesario entre los diputados y eurodiputados del UKIP.

El favorito para suceder a James era el eurodiputado Steven Woolfe, que se retiró de la contienda después de ser golpeado por un correligionario, según su denuncia.

Nigel Farage, fundador del partido y líder interino desde la renuncia de James, celebró la victoria de Nuttall, quien hasta ahora era el número dos del partido. En un discurso brindado ayer tras la elección, Farage destacó el papel “absolutamente vital” del UKIP en el resultado del referéndum en el que se decidió la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Nuttall, por su parte, dijo en su discurso que se compromete a recuperar la “unidad” del partido, porque “solamente la unidad traerá el éxito”, y pidió a sus miembros que estén “preparados para poder solucionar las diferencias” internas. El nuevo líder, que es el jefe de la bancada del UKIP en el Parlamento Europeo, destacó que la aparición de ese partido movió “el centro de gravedad de la política británica”, y agregó: “Ahora se puede discutir de inmigración sin ser tildado de extremista”. En esta línea, Nuttall dijo que aspira a que el UKIP ocupe el lugar del Partido Laborista entre los trabajadores británicos y que quiere que se convierta en “el partido patriótico de Reino Unido”. Agregó que “el país necesita más que nunca un UKIP fuerte”, y se comprometió a controlar al gobierno de Theresa May para garantizar que lleve adelante un brexit “duro”.