Los ex primeros ministros de Francia, François Fillon y Alain Juppé fueron los más votados ayer durante las elecciones primarias del partido de derecha Los Republicanos. Ambos se disputarán, entonces, la candidatura conservadora a las elecciones presidenciales del año que viene en una segunda vuelta que se celebrará el domingo. El ganador tendrá como principal desafío derrotar a la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, que ganó terreno en los últimos meses.

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy, que empezó encabezando los sondeos y que antes de las primarias aparecía segundo, quedó relegado ayer al tercer lugar, con 21% de los votos, y perdió su oportunidad de volver a gobernar. Cuando todavía no se habían anunciado los resultados oficiales, Sarkozy reconoció su derrota y pidió el voto para Fillon, de cuyas ideas políticas se encuentra “más cerca”. Además aseguró, en lo que sonó a una despedida, que “era hora” de “abordar una vida con más pasiones privadas y menos pasiones públicas”. Concluyó: “Buena suerte, Francia. Todo lo que te toque, me tocará a mí personalmente. No tengo amargura, deseo lo mejor para mi país”.

Fillon fue la sorpresa. El candidato, que fue primer ministro de Sarkozy, tuvo un empuje impresionante en los últimos días. Hace tan sólo un mes, las encuestas lo ubicaban en el cuarto lugar, pero fue subiendo, ayer arrasó con 44% de los votos y se perfila como el favorito, muy alejado de Juppé, que alcanzó un apoyo de 28%. El resultado no coincidió con el que pronosticaban las encuestas, que posicionaron a Juppé a la cabeza durante toda la campaña.

En su primer discurso luego de conocer los resultados, Fillon dijo que la primera vuelta de las primarias fue “digna y responsable” y que tuvo “un destacable éxito popular”. El senador de 62 años agregó: “A todos los franceses les digo que vamos a construir un fuerte cambio para Francia”. Fillon, que empezó su carrera política hace cuatro décadas, centró su campaña en la liberalización de la economía, la restauración de la autoridad del Estado y la afirmación de los valores tradicionales. Entre sus propuestas se destacan la de suprimir 500.000 empleos y aumentar el tiempo de trabajo de 35 a 39 horas semanales en el sector público, y la de abolir la ley que permite que las personas homosexuales puedan casarse y adoptar hijos.

Juppé habló ayer unos minutos después que su rival. “Empieza una lucha proyecto contra proyecto [...] Esta primera vuelta fue una sorpresa. El próximo domingo, si quieren, y si quiero, será otra sorpresa”, dijo el ex primer ministro de Jacques Chirac, cinco veces ministro y actual alcalde de Burdeos, de 71 años. Y agregó: “Quiero unir al país en torno a reformas creíbles, restablecer el pleno empleo y la autoridad del Estado, para todos los franceses [...] Reformas modernas en lugar de cultivar la nostalgia del pasado, reformas hacia el camino de una igualdad estricta entre hombres y mujeres, y de un nuevo crecimiento”.