El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que retirará a su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) cuando llegue a la Casa Blanca y dividió las aguas entre quienes consideran que el pacto puede seguir y quienes ya lo dan por muerto. Este escenario le da alas a China, la otra gran economía del mundo, que aparece ahora como líder en materia de acuerdos de libre comercio.

Algunos países consideraron, de manera tajante, que el TPP no tiene futuro sin Estados Unidos. Es el caso de Japón -que el martes consideró que el acuerdo “no tiene sentido sin Estados Unidos” porque “el equilibrio fundamental de ventajas comerciales se vendría abajo”- y también de Canadá. La ministra canadiense de Comercio Internacional, Chrystia Freeland, dijo que “el TPP está estructurado de forma que sólo puede entrar en vigor si seis de los países, que representan 85% del Producto Interno Bruto [PIB] del conjunto, lo ratifican”. Esto significa “que en la práctica el TPP, tal y como está actualmente estructurado y finalizado, sólo puede entrar en vigor si es ratificado por Estados Unidos”, agregó.

Pero los otros países americanos que integran el bloque, México, Perú y Chile, discreparon con su vecino del norte. Para México, la clave está en elegir entre tres alternativas: evaluar si el TPP puede seguir sin Estados Unidos y apostar por esa opción, negociar acuerdos bilaterales, o cambiar directamente de plataforma. Como ejemplo de esta última posibilidad, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, mencionó la Alianza Pacífico (Colombia, Chile, México y Perú), que podría tener resultados positivos por tratarse de un “proceso de apertura más rápido”. Guajardo dijo que, pase lo que pase con el TPP y más allá del tratado que mantiene con Japón, México “tiene que buscar un acuerdo de integración con Asia”. Y, en clara referencia a China, agregó: “Si una potencia se retira de un espacio, usted puede apostar a que otra lo llenará”.

En tanto, el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, explicó que mantendrá su apuesta por el pacto, pese a las “incertidumbres” por la decisión de Trump, y “continuará con su apertura comercial al mundo”. Perú, por su parte, instó a los otros 11 países firmantes del acuerdo comercial a reunirse lo antes posible para analizar el panorama que enfrentan a futuro. El ministro de Comercio Exterior y Turismo de ese país, Eduardo Ferreyros, dijo además que “China tendría que mostrar el interés de participar: siempre estuvo bienvenido, nunca excluido”.

Australia, otra economía fuerte del TPP, también apuesta por la viabilidad del acuerdo aunque Estados Unidos se retire. El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, dijo ayer a la agencia local AAP que el acuerdo es un “importante compromiso estratégico” para todos los países involucrados y que tiene beneficios particulares para su país. “Desde el punto de vista de Australia, está claro que obtener un acceso mayor para las exportaciones australianas [...] a esos grandes mercados es manifiestamente de nuestro interés”, explicó.

Otros países, como Malasia o Vietnam, empezaron a buscar alternativas. El primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, anunció que su gobierno ni se molestaría en proponer al Parlamento la ratificación de un TPP sin Estados Unidos, y que examinaría otras propuestas. El ministro de Comercio Internacional de Malasia, Mustapa Mohamed, confirmó, en tanto, que su país ya examina el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP) que impulsa China, dada la situación de “incertidumbre” que generó el anuncio de Trump.

Mientras tanto, el presidente chino, Xi Jinping, fortalecía lazos con países latinoamericanos durante una gira que terminó ayer en Ecuador. El sábado, sin referirse específicamente a la posible salida de Estados Unidos y a la oportunidad que se abre para su país, el mandatario chino dijo que “construir el área de libre comercio de Asia-Pacífico es vital para el crecimiento económico a largo plazo”. Y agregó: “Deberíamos establecer, trabajando conjuntamente, las nuevas direcciones de la globalización para conseguir un desarrollo igualitario y equilibrado”.

China impulsa dos grandes iniciativas comerciales en la región Asia-Pacífico que hasta ahora habían quedado opacadas por el TPP -como el RCEP-, pero que podrían resurgir y convertirse en alternativas reales para los 11 países que integran el tratado transpacífico, en el caso de que Estados Unidos se retire de manera definitiva.