“Creemos que sin gestos concretos, inmediatos, en los próximos días, en las próximas horas, de liberación de presos políticos, este proceso de diálogo no puede continuar, es demasiado importante”, dijo ayer en su programa radial Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). El dirigente agregó que este punto fue planteado como primera condición para continuar las conversaciones con el gobierno en la reunión del domingo, que se extendió durante casi seis horas en un museo de Caracas.
La MUD accedió a participar en esta primera instancia a pesar del rechazo de uno de los partidos que integran esa alianza, Voluntad Popular, que considera que todavía “no están dadas las condiciones” para iniciar un diálogo con el gobierno. El domingo, por parte de la oposición, participaron Torrealba, Henri Falcón, Carlos Ocariz y Timoteo Zambrano, todos integrantes de distintos partidos de la MUD. La delegación del gobierno, en tanto, estuvo integrada por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez; la canciller venezolana, Delcy Rodríguez; el ex embajador ante la Organización de los Estados Americanos Roy Chaderton; y el diputado por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela Elías Jaua. Además, asistieron representantes del Vaticano y un grupo de mediadores de la Unión de Naciones Suramericanas integrado por los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana).
Al final del encuentro se tomó la decisión de crear cuatro mesas de trabajo enfocadas en la paz, el Estado de derecho y el respeto a la soberanía; los derechos humanos y la reparación a las víctimas; el establecimiento de un cronograma electoral; y la situación económica y social del país. Cada una contará con un representante del gobierno venezolano y uno de la oposición, con sus respectivos asesores técnicos, comunicó el enviado del Vaticano Claudio Maria Celli.
Jorge Rodríguez, que lidera la delegación oficialista, dijo que las partes emprendieron “un diálogo franco, sincero, constructivo, certero”, que permitirá “avanzar en temas de crucial importancia”. Torrealba, por su parte, dijo que la oposición planteó “la necesidad de desbloquear la salida electoral al drama venezolano”, por medio de dos alternativas: que el gobierno “devuelva el referéndum revocatorio” del mandato del presidente Nicolás Maduro y “se convoque en 2016” o que “se establezca un acuerdo político que permita el adelanto de las elecciones presidenciales.
Maduro estuvo presente en el lugar por ser el promotor del proceso. Antes de retirarse para dar paso a las conversaciones, el mandatario dijo que asumía “el compromiso más profundo” con este diálogo, agradeció al papa Francisco por la mediación del Vaticano y aseguró que le “tiende la palabra” a la MUD para “comenzar a hablar”. Además, afirmó que el gobierno acude a estos encuentros dispuesto “a escuchar” y que espera “ser escuchado”, para “buscar puntos de encuentro en función de los intereses de las grandes mayorías”.
Al término de la reunión, las partes divulgaron un comunicado en el que informaron que el segundo encuentro quedó fijado para el viernes 11 y que “el gobierno y la oposición se comprometieron a disminuir el tono de agresividad del lenguaje utilizado en el debate político”. Por el momento, la marcha hacia la sede del gobierno convocada por la MUD para el jueves sigue en pie.