Son “líderes altamente calificados” que trabajarán “como iguales para transformar al gobierno”, dijo Trump sobre Priebus y Bannon al nombrarlos para ocupar dos de los cargos más importantes en la Casa Blanca. La designación de Priebus, representante del establishment político que Trump tanto criticó durante la campaña y amigo del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, podría servir para reconciliar al empresario con la dirigencia del Partido Republicano. También puede funcionar como puente para aprobar sus proyectos en el Congreso, por su conocido perfil de negociador. Priebus, que preside el Comité Nacional Republicano desde 2010, fue de los pocos miembros del aparato del partido que se mantuvo del lado de Trump cuando su campaña, en crisis, vivía la deserción de decenas de dirigentes.

Varios líderes republicanos festejaron ayer la elección de Priebus para un cargo que equivale al de primer ministro en Europa. “Estoy muy orgulloso y emocionado por mi amigo Reince”, dijo Ryan en Twitter. En tanto, el senador Lindsey Graham, que compitió con Trump en las primarias republicanas, felicitó al futuro presidente por su “magnífica elección” y dijo que esto le demuestra “lo serio” que se toma la tarea de gobernar. David Kochel, que fue jefe de estrategia de la campaña de Jeb Bush durante las primarias, dijo, por su parte, que la designación de Priebus fue recibida con “muchos suspiros de alivio”.

Después del anuncio, Priebus destacó la oportunidad que tendrá desde su posición para trabajar a favor de una economía “que funcione para todos”, asegurar las fronteras, “reemplazar” la reforma de salud del presidente Barack Obama y “destrozar el terrorismo islámico radical”.

Sin embargo, la decisión de elegir a un amigo del establishment en un puesto tan importante podría decepcionar a los seguidores más fieles del empresario, que esperaban que mantuviera su promesa de “vaciar” la Casa Blanca de miembros de la elite política.

La otra cara

Los partidarios de Trump podrían estar celebrando, en cambio, el nombramiento de Bannon, antiguo editor de Breitbart News, un portal de noticias de la llamada derecha alternativa -o alt-right- leído por neonazis, racistas, supremacistas blancos y antisemitas. La organización Southern Poverty Law Center, que monitorea los episodios de odio racial en Estados Unidos, definió a la alt-right como “una serie poco definida de ideologías de extrema derecha en cuyo núcleo se encuentra la creencia en que la identidad blanca está bajo ataque por medio de políticas que dan prioridad al multiculturalismo, la corrección política y la justicia social, y que debe ser preservada, usualmente por medio de comunidades online y etnoestados identificados como blancos”. Según los medios estadounidenses, el futuro asesor de Trump es el responsable del giro radical hacia la derecha de Breitbart News.

Bannon, que se integró a la campaña del candidato republicano en agosto, luego de que él renovara a su equipo de asesores, es una importante figura de la ultraderecha y es conocido por ser un provocador mediático. Desde el portal de noticias que dirigía, Bannon reiteró su apoyo al magnate innumerables veces y le declaró la guerra a la cúpula del Partido Republicano en momentos en que sus líderes rechazaban al polémico candidato. Bajo la dirección de Bannon, Breitbart News promovió una agenda nacionalista, anti-establishment, y se convirtió en uno de los voceros de la derecha alternativa.

Entre los titulares más polémicos del portal, sorprendieron algunos como: “¿Preferirías que tu hija tuviera feminismo o cáncer?” o “El control de la natalidad hace que las mujeres sean poco atractivas y locas”. Bannon llegó a describir la bandera confederada como un símbolo de una “gloriosa herencia” y hace diez años fue acusado de violencia doméstica por su ex esposa. Esta última declaró en 2007 que Bannon incluso se negó a enviar a sus hijas a una escuela privada para que no se mezclaran “con judíos”, según documentos judiciales citados por la agencia de noticias AP.

Activistas de derechos humanos, representantes de minorías, dirigentes demócratas y algunos republicanos denunciaron ayer la decisión de Trump de designar a Bannon para un alto cargo de la Casa Blanca, advirtiendo que representa posturas nacionalistas, xenófobas, misóginas y racistas que no deberían ser avaladas por el futuro presidente. Su designación como estratega y principal asesor de Trump podría demostrar que Trump no planea abandonar del todo la retórica agresiva con la cual llevó adelante su campaña. “Es fácil ver por qué el Ku Klux Klan considera a Trump como su paladín cuando nombra como su asesor principal a uno de los principales defensores de la supremacía blanca”, señaló en un comunicado Adam Jentleson, portavoz del líder demócrata en el Senado, Harry Reid. El congresista Adam Schiff dijo que el nombramiento de Bannon no fue sorprendente, aunque sí alarmante. “Sus puntos de vista alt-right, antisemitas y misóginos no tienen cabida en la Casa Blanca”, dijo en su cuenta de Twitter.

Jonathan Greenblatt, director de la Liga Anti Difamación, rechazó la designación de Bannon porque “él y su derecha alternativa son muy hostiles a los valores estadounidenses centrales”. El presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, Cornell William Brooks, tuiteó: “El racismo se ha hecho habitual; el antisemitismo normalizado; la xenofobia desexcepcionalizada y la misoginia integrada”. Por su parte, Jonah Dov Pesner, director del Centro de Acción Religiosa del Judaísmo de la Reforma, dijo que, como editor de Breitbart News y estratega en la campaña de Trump, Bannon fue responsable “del avance de ideologías antiéticas” en Estados Unidos, incluyendo “el antisemitismo, la misoginia, el racismo y la islamofobia”.

Muchos de los críticos pidieron a Trump que vuelva atrás en su decisión. El empresario, por el momento, no habló públicamente sobre el tema. Ayer de mañana, en declaraciones a la cadena Fox, Priebus defendió a Bannon como un ex oficial naval “inteligente y educado”, y dijo que nunca fue testigo de las actitudes extremistas o racistas que le atribuyen sus críticos. “Fue una fuerza de bien en la campaña”, agregó. La directora de comunicación de la campaña de Trump, Kellyanne Conway, aseguró que Bannon es un “táctico brillante” y dijo que se siente “ofendida” si piensan que ella “manejaría una campaña en la que la derecha alternativa sería una de las filosofías”. Agregó: “No lo era. Cerca de 56 millones de estadounidenses vieron otra cosa. Deben realmente enfocarse en la voluntad del pueblo, que fue elegir a Donald Trump como presidente”.