Ante la noticia de que el próximo presidente estadounidense será el empresario republicano Donald Trump, hubo reacciones en distintas partes del mundo. Las primeras fueron las de los mercados, en particular la primera bolsa en abrir su operativa después de los resultados, la de Tokio, que sufrió una gran caída. A tal punto, que llevó al gobierno de Japón a convocar una reunión de urgencia. Sin embargo, a medida que disminuía la sorpresa por la victoria de Trump, las reacciones en las bolsas se fueron aplacando, salvo en aquellos sectores y mercados que podrían ser afectados por políticas específicas del presidente electo.

América Latina es uno de esos casos: todos los países vieron sus monedas subir y bajar, pero fue México el que sufrió el mayor impacto. El peso mexicano cayó hasta 13%, su peor baja desde la crisis económica de 1994. Durante la campaña Trump se comprometió a modificar sus acuerdos comerciales con México y también amenazó con expulsar a los inmigrantes de ese país, lo que causaría impacto en la economía mexicana.

En la tarde de ayer, uno de los asesores económicos de Trump, Peter Navarro, y la jefa de campaña del republicano, Kellyanne Conway, calmaron a los mercados y las bolsas de valores al asegurar que no se tomarán decisiones apresuradas y que se actuará en conjunto con el Congreso estadounidense.

Las reacciones en América Latina no se limitaron a lo económico. Algunos jerarcas y analistas de varios países de la región señalaron dos consecuencias distintas de la victoria de Trump. Por un lado, existen dudas acerca de la política migratoria que impulsará el republicano. En la campaña se comprometió a expulsar a los inmigrantes indocumentados y a construir un muro en la frontera con México.

Por otro lado, en varios países, sobre todo los centroamericanos, se consideró positivo que Trump defienda un gobierno estadounidense más restringido dentro de sus fronteras, sin inmiscuirse tanto en la política de otros estados. El ex canciller guatemalteco y analista político Edgar Gutiérrez dijo a la agencia de noticias Efe que la victoria de Trump hará que “vaya menguando” el papel de la embajada estadounidense en la política guatemalteca, a la vez que significa “un reto” en política migratoria.

Pero el impacto mayor de la victoria de Trump también en lo político fue en México, donde varios jerarcas comentaron el resultado electoral y mencionaron la promesa del empresario de construir un muro entre ambos países que sería pagado por México. “Pagar por un muro está fuera de nuestra visión, que es de integración, de cómo México y Estados Unidos trabajando juntos somos más competitivos”, dijo la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu.

Otro país en el que hubo una reacción contundente fue Cuba, donde el gobierno anunció que se harán cinco días de ejercicios militares para prepararse ante posibles “acciones del enemigo”.

Trump recibió saludos y felicitaciones de jefes de gobierno de prácticamente todos los países, pero también del ex presidente derechista Álvaro Uribe, y de líderes de partidos de la ultraderecha europea, como la francesa Marine Le Pen, el británico Nigel Farage, la dirigente de Alternativa para Alemania, Frauke Petry, el presidente de la italiana Liga Norte, Matteo Salvini, y el portavoz del griego Amanecer Dorado, Ilyas Kasidiaris.

El presidente ruso, Vladimir Putin, que durante la campaña se vinculó con Trump, felicitó ayer al presidente electo y le manifestó su confianza en que van a “poder trabajar conjuntamente para sacar las relaciones ruso-estadounidenses del estado de crisis” en que se encuentran.