El gobierno argentino afirmó el miércoles que liberar a la activista y líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, “implicaría un claro peligro para con los objetivos de la investigación” judicial que se le sigue por malversación de fondos y fraude en la cooperativa que dirigía. Estas declaraciones forman parte de la respuesta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que denunciaron días antes que la detención de la dirigente social de Jujuy era “arbitraria”. En un informe que envió a esos organismos, la cancillería argumentó que llegar a la conclusión de que la detención de Sala es “arbitraria” resulta “por sí misma arbitraria”, ya que “da la espalda a la evidencia aportada en los expedientes judiciales”, informó el diario La Nación.

Mientras el kirchnerismo denuncia que Sala es una activista que está presa sin motivo desde enero por su enfrentamiento político con las autoridades de Jujuy, el macrismo insiste en que la dirigente lideraba un poder paralelo al del Estado, con recursos públicos, y que asignaba viviendas sociales a a su antojo.

El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU (CEDR) se sumó ayer al reclamo acerca de la dirigente indígena, luego de reunirse en Ginebra con el secretario de Derechos Humanos argentino, Claudio Avruj. “La detención [de Sala] está asociada a un caso de corrupción, pero puede investigarse con ella en libertad. Hay un dictamen muy acertado del Grupo de Trabajo. Esa decisión tiene que ser cumplida”, dijo Pastor Murillo, el relator del CEDR para Argentina. Avruj se limitó a decir que el gobierno “respeta la autonomía de la justicia provincial” de Jujuy, donde está detenida Sala, y agregó que estaban trabajando a partir de las recomendaciones del Grupo de Trabajo.

En tanto, el marido de Sala, Raúl Noro, y otros tres dirigentes de la cooperativa que dirigía la activista fueron liberados ayer. Ya son seis los dirigentes de Tupac Amaru liberados después de que el grupo de la ONU advirtiera de las irregularidades de los procesos judiciales llevados a cabo contra los militantes y ordenara la liberación de Sala. Junto a ella siguen detenidos otros siete dirigentes de su agrupación.