El nuevo acuerdo de paz, firmado hace una semana por el gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue refrendado por el Senado sobre la medianoche del martes con 75 votos a favor y ninguno en contra. El líder del partido opositor Centro Democrático, Álvaro Uribe, se retiró de la sala en el momento de la votación, según informó la agencia de noticias Reuters.

Un rato antes, Uribe dijo que el nuevo acuerdo fue redactado sin tener en cuenta las sugerencias de todos los sectores y que no debería tener el Sí del Congreso cuando tuvo el No del pueblo en el plebiscito celebrado el 2 de octubre. Ayer, en Twitter, Uribe fue un poco más lejos: “Da pena que se eluda la refrendación popular por temor del gobierno a la presión de las FARC”.

El debate en el Senado fue abierto por el jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, y el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, quienes hicieron un alegato a favor del acuerdo. De la Calle pidió que se votara a favor para “garantizar lo logrado hasta el momento” y puso el énfasis en las ventajas de la paz al asegurar que “1.200 policías, militares y guerrilleros están vivos gracias al cese del fuego” bilateral y definitivo que comenzó el 29 de agosto. Jaramillo, por su parte, dijo que “lograr un acuerdo con una guerrilla como las FARC, después de 50 años de guerra, es un acuerdo que realmente ataca los focos de violencia” y “las condiciones que han promovido la violencia”, lo que “garantiza un cierre”. Eso “es nada menos que un milagro”, agregó.

Ayer, el acuerdo todavía se debatía en Diputados, donde el gobierno de Juan Manuel Santos también cuenta con mayoría.