Otro acuerdo, alcanzado la semana pasada para evacuar a quienes quedaron atrapados en el último bastión opositor en Alepo, se había postergado después de que Irán, aliado de Al Assad, exigió nuevas condiciones. La más importante era la que vinculaba la evacuación de la ciudad con el rescate de las poblaciones chiitas de las localidades de Fua y Kefraya, ubicadas en la provincia de Idlib y controladas por las fuerzas gubernamentales pero asediadas por el Frente de la Conquista del Levante (la antigua filial siria de Al Qaeda). El acuerdo al que llegaron el fin de semana las dos partes, con la mediación de Irán pero también de Rusia y Turquía, incluía además la evacuación de las localidades de Al Zabadani y Madaya, al noroeste de Damasco y en poder de la oposición.

Ayer de mañana, medios estatales, fuentes de la oposición y organizaciones internacionales informaban sobre la llegada de vehículos vacíos a las zonas sirias de mayoría chiita, prontos para trasladar a 4.000 civiles, entre los que había enfermos y heridos. Para esa tarea, 51 vehículos -de un total de 126 que estaban previstos- habían partido el sábado.

Pero antes de llegar al destino, seis ómnibus de la Media Luna Roja y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) -que supervisan los traslados- fueron atacados y quemados, informaron la televisión estatal siria y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización civil opositora con sede en Londres. Las mismas fuentes confirmaron que esos ataques provocaron la suspensión de la evacuación por segunda vez en menos de una semana. Los ómnibus volvieron a salir de Alepo vacíos.

El director del Observatorio, Rami Abderrahmán, aseguró que el conductor de uno de los vehículos murió en el incendio. Agregó que el gobierno sirio e Irán exigen garantías para la seguridad en la evacuación de los civiles como condición para retomar la operación en Alepo, que quedó en la nada.

Ayer no estaba claro quiénes son los responsables de los ataques. Medios estatales sirios, como la agencia oficial SANA, dijeron que fueron los “terroristas armados” del Frente de la Conquista, mientras representantes de la oposición afirmaron que fue obra de una “turba de personas irritadas” respaldadas por las fuerzas gubernamentales.

La evacuación estuvo complicada desde el principio porque el Frente de la Conquista había bloqueado la entrada de los ómnibus a las localidades chiitas, según informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.

El Ejército Libre Sirio, una de las principales milicias opositoras en el este de Alepo, condenó el ataque y, en un comunicado, lo calificó como una “acción individual”. Esta facción afirmó a la vez que el incendio supone un “crimen” contra la “revolución” siria y se trata de una maniobra “temeraria que puede poner en peligro la vida de 50.000 personas” que permanecen atrapadas en los barrios del este de Alepo. Muchas de ellas pasaron la noche del sábado durmiendo en la calle, con temperaturas bajo cero, esperando la llegada de los ómnibus de rescate, informó la agencia de noticias Reuters.

El CICR y la Media Luna Roja trasladaron entre el jueves y el viernes a cerca de 10.000 personas, con destino a Al Rashidin, que se encuentra cinco kilómetros al oeste de Alepo. El sábado, después de que las evacuaciones se suspendieran por primera vez, el CICR divulgó un comunicado en el que instó a las partes involucradas a que no se deje a los civiles que permanecen en Alepo “atrapados en un limbo” y expuestos al clima gélido.

En tanto, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que votará una resolución sobre las evacuaciones en Alepo basándose en una propuesta presentada por Francia y modificada por Rusia. Estaba previsto que el texto francés, que propone que personal de la ONU que ya se encuentra en Siria se encargue de supervisar las evacuaciones, se votara ayer, pero finalmente no ocurrió debido a que Rusia -que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad- se negó a aceptar algunos de los puntos. El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, había manifestado que la propuesta francesa era “irrealizable y peligrosa” porque pretendía desplegar “inmediatamente” a funcionarios de la ONU “sin preparación” en el este de Alepo.

Luego de tres horas de discusión y una propuesta alternativa de Rusia sobre la mesa, los 15 países que integran el consejo llegaron a un acuerdo, que será votado hoy.