Turquía y Rusia alcanzaron un acuerdo bilateral para declarar un alto el fuego en todo el territorio de Siria, anunció ayer el canciller turco, Mevlut Cavusoglu. Este acuerdo comenzó a ser gestado en una reunión en Moscú entre los cancilleres de los dos países y de Irán.

Cavusoglu aclaró que el acuerdo con Rusia no resuelve un punto fundamental en el que los dos gobiernos están en desacuerdo: la continuidad de Bashar al Assad en la presidencia siria, que Rusia respalda y Turquía rechaza. Cavusoglu incluso insistió en este punto: “Todo el mundo sabe que no es posible que haya una transición política con Al Assad, y también que es imposible que esta gente [en referencia a la oposición armada] lo respalde”. Después de la reunión de la semana pasada, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo que el principio de acuerdo que se había alcanzado especificaba que la prioridad en Siria es la lucha contra el terrorismo y no la continuidad de Al Assad en el gobierno.

Las definiciones de Rusia y Turquía sobre los grupos terroristas en Siria son diferentes. Coinciden en que abarca al grupo yihadista Estado Islámico (EI), pero mientras Rusia incluye en esta definición a la oposición armada, Turquía califica así a las milicias kurdas que luchan contra EI. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aprovechó el anuncio del acuerdo para criticar a Estados Unidos porque les está “dando apoyo a grupos terroristas”. Enumeró a varios grupos kurdos y a EI. Esta acusación fue rechazada por la embajada de Estados Unidos en Ankara.

En su conferencia de ayer, Cavusoglu detalló que hay dos textos prontos para ser firmados en Siria. Uno refiere al cese del fuego y el otro a una solución política al conflicto. Si el gobierno y la oposición sirios firman, el alto el fuego comenzaría hoy y en las próximas semanas empezarían las negociaciones indirectas, que se realizarían fuera de Siria, en Astaná, Kazajistán. En ellas participarían el gobierno y los grupos opositores que no son considerados terroristas por ninguno de los países firmantes del acuerdo, por lo que los kurdos quedarían excluidos.

Si bien Turquía dijo que tanto la oposición como el gobierno fueron consultados antes de que se anunciara la existencia de un acuerdo, dirigentes de cuatro grupos opositores diferentes dijeron a las agencias de noticias Efe y Reuters que no fueron consultados sobre este tema. Incluso la Comisión Suprema para las Negociaciones, principal alianza opositora para esas instancias, que reúne a agrupaciones políticas y militares, manifestó que no sabía nada acerca de un acuerdo y que no se le ha planteado la posibilidad de enviar representantes al extranjero para retomar las negociaciones con el gobierno sirio. Ningún representante del gobierno de Al Assad hizo comentarios acerca del acuerdo.

Pocas horas después de que Turquía y Rusia anunciaran este acuerdo, Moscú denunció que su embajada en la capital siria, Damasco, fue bombardeada dos veces sin que se lograra alcanzar el objetivo. En un comunicado, el Kremlin responsabilizó a los “grupos terroristas” y criticó a los “extremistas que intentan torpedear los esfuerzos por una solución pacífica al conflicto sirio”.