El Parlamento de Israel dio una primera aprobación a un proyecto de ley del gobierno de Benjamin Netanyahu que legaliza las colonias judías en territorio palestino ocupado. La norma, que debe ser aprobada en tres oportunidades distintas para entrar en vigor, es producto de una negociación entre Netanyahu y Naftalí Benett, el líder del partido nacionalista Hogar Judío, que forma parte de la coalición de gobierno. La iniciativa surgió en octubre, cuando el Tribunal Supremo Israelí ordenó que se evacuara antes del 25 de diciembre la colonia de Amoná, que fue levantada en 1996, en un terreno que es propiedad privada, en connivencia con el gobierno israelí de ese entonces. Pese a la orden judicial, unas 40 familias se niegan a abandonar Amoná, y Benett amenazó con abandonar la coalición de gobierno si no se accedía a los reclamos de esos colonos. Varios ministros se sumaron a la sugerencia de legislar para regularizar a todas las colonias construidas en territorio ocupado como forma de impedir nuevas órdenes judiciales en su contra.

Netanyahu se opuso a esta iniciativa y pidió buscar una alternativa a esa ley, que probablemente sea declarada inconstitucional por la Justicia. Pero Benett finalmente logró el apoyo del primer ministro a su propuesta.

Ya entonces Benett adelantó algo sobre el sentido final de la iniciativa: “Esta es una oportunidad para retractarse de inmediato sobre la noción de un Estado palestino en el centro de Israel”. Ayer, después de que la norma contara con la primera aprobación, dijo que “el Parlamento de Israel se ha pasado del camino de la creación de un Estado palestino al de la aplicación de la soberanía israelí en Judea y Samaria”, nombrando a Cisjordania por sus nombres bíblicos.